Grado de dificultad: 1 (Lo difícil es aceptar y tener paciencia).
Columnista: Roberto
Habrán más editoriales durante esta cuarentena, para levantarnos el ánimo.
Noticias de un encierro
Entre los miembros de mi pequeña comunidad de seis personas, está una médica.
En realidad, es una de las principales razones por la cual estamos tantos.
No es que estemos mejor protegidos, pero, en caso de infección, tendremos el privilegio de un diagnostico inmediato …
Cuando uno de nosotros debe salir, a su regreso (porque nadie fuera de nosotros entrará) debe quitarse los zapatos y rociarlos con alcohol.
Debe, también, rociar el abrigo que se puso.
Ambos, zapatos y abrigo, se quedan a la entrada.

Al frente de la puerta de entrada, sobre una mesita, está un frasco de gel antibacterial, “por si acaso”.

Estas son las reglas básicas que nos impuso esta joven y brillante profesional.
Al inicio de esta cuarentena, nos hemos, colectivamente, ganado una monumental vaciada de su parte.
El motivo: un familiar, que regresaba de viaje al extranjero nos visitó.
Nuestra médica, que trabaja en hospitales, nos hizo notar que la estábamos poniendo en riesgo y, con ella, a todos sus pacientes …
Por supuesto, nos convenció.
Un elogio a los héroes
Lo anterior era para presentar a esta médica, uno de estos héroes que nunca agradeceremos lo suficiente.
Hace unas semanas (ya olvidé cuantas son ¿Tres?), nos anunciaron que Bogotá haría un “ejercicio” de encierro durante un fin de semana…
La reacción de nuestra guerrera fue inmediata: nos dijo que había que prepararse para un encierro mucho más largo, hasta junio si fuera su decisión.
Sucedió que el encierro en cuestión duró efectivamente más tiempo: lo empataron con un encierro nacional que acaban de ampliar hasta el 26 de abril…
… Por el momento.
Nuestra médica personal tenía la razón, otra vez. Estamos esperando para saber si su predicción se confirmara completamente.
Obviamente, esta situación nos molesta, y, claramente, está creando problemas sociales y económicos graves.
Sin embargo, no se nos ocurrió a ninguno de nosotros, ni por un segundo, echarle la culpa a ella por eso.
Es la única decisión correcta en este momento. Vivimos una situación insurreccional, contra un enemigo invisible.
No todos, sin embargo, tiene el espíritu guerrero. Para algunos, es entendible: si no salen a trabajar, se morirán del hambre.
Otros son más codiciosos, y quieren empujar a los médicos bajo el bus, como si el virus fuera su culpa.
Es, sobre todo, por la propensión de estos nerdos a rehusarse a mentir …
¿Sabían ustedes que muchos médicos trabajan por horas (#DosHorasAlDía)?
Es el caso de la nuestra. Sola buena noticia para ella, durante esta cuarentena, es de los pocos que siguen trabajando, con la mejor razón.
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