Grado de dificultad: 1 (Más que entender, la dificultad es aceptarlo).
Columnista: Roberto
Tecnología y periodismo
Desde el punto de vista tecnológico, Colombia es un país tranquilo. Hay (muy) pocas fuentes que se atreven a hablar de tecnología.
Nota: Ya tenemos un elemento que apoya el planteamiento que haré más adelante…
Existe el famoso “Enter.co”, que publica esencialmente infomerciales.

Luego hay otro sitio (sí, solo son dos), llamado “Impacto TIC”, más reciente y menos enfocado sobre los infomerciales, aunque que, me parece a mí, demasiado conformista.

Sin embargo, este segundo sitio nos sirve para medir la “temperatura tecnológica” de Colombia.
En otros términos, no lo consideramos como una mala fuente, es solo que hablar de tecnología aquí, es un tema difícil.
Lejos estaríamos de condenarlos: son periodistas profesionales, lo que ninguno de los nerdos de TMN pretende ser. Nosotros solo somos “nerdos”.
Las “ciudades inteligentes”
Palabras e imágenes
En Impacto TIC, acaban de publicar un artículo que nos llamó la atención:
“Ciudadanos inteligentes, un buen regalo para Bogotá en sus 481 años”
Para los que no conocen Impacto TIC, es una buena oportunidad para descubrirlos. Además, necesitamos que lean este artículo para entender el tema que vamos a desarrollar.
Inicialmente, este artículo, que habla de los “ciudadanos inteligentes”, me dejó una impresión de “sin sabor”. Me faltaba algo. Así que lo volví a leer, varias veces.
Entendí finalmente lo que me molestaba en él.
No era el estilo del columnista, que me pareció interesante porque no esconde sus opiniones.
Su artículo es un testimonio valioso, un ensayo que revela, intencionalmente o no, cual es su percepción de la tecnología.
Tomé el artículo y, figurativamente, “pinche” con dos “chinches” en los dos lugares que me parecen los más relevantes: dos expresiones típicas.
El primer punto de referencia es la expresión “ciudad inteligente”, el segundo es esta otra expresión muy “neolengua”: “cambiar el chip”.
Ciudad inteligente requiere ciudadanos inteligentes
TMN público un (largo) artículo que describía lo que según nosotros es una “casa inteligente”. En este, estábamos detallando lo que, según nosotros, debería definir una casa inteligente.
Si deciden leerlo (tiene 7 capítulos), podrán notar que tenemos una visión un poco más elaborada de la noción de “inteligente” que la (muy superficial) que se suele difundir.
Si ampliamos el tema a la dimensión de una ciudad (proyecto en el cual nos encantaría participar), la diferencia sería aún más significativa y, efectivamente, implicaría una diferencia en los comportamientos ciudadanos.
Eso coincide con el artículo de Impacto TIC: sin un crecimiento moral de la ciudadanía, hablar de ciudad inteligente es una pérdida de tiempo, y hasta una mentira.
El “chip” …
No existe tal cosa como un “chip”
La evocación del “chip que hay que cambiar” es la otra idea que contiene el artículo de Impacto TIC…
Agradezco mucho al periodista por usarla, me facilita mucho la explicación. Allí vamos.
No existe tal cosa como un “chip” que uno se cambia (por cierto, tampoco lo parece pensar, él).
El conocimiento científico y tecnológico, motor del comportamiento de los nerdos, no es algo que se cambia de un día para el siguiente, es un aprendizaje que dura décadas.
Y, aclaro, el conocimiento científico no es sinónimo de inteligencia. La creatividad no es reservada a los científicos, ni ellos son todos muy creativos.
Es una equivocación muy comúnmente difundida, en el mundo postmoderno, de que las cosas puedan cambiar con un chasquido de dedos (estilo “The Avengers”).
La otra equivocación es que la tecnología sea suficiente en sí.
La demostración de eso está frente a nosotros: tenemos toda la tecnología que necesitamos y no la estamos aprovechando, para nada.
Cambiar la escala de tiempo
Llámenlo egoísmo, orgullo, codicia, pereza, cobardía, el inmovilismo tiene muchos nombres.
La primera cosa que hay que cambiar es concientizarse de que los cambios requieren tiempo y MUCHOS esfuerzos.
No busquen ningún “chip” para cambiar, lo sentimos: les costará mucho más que eso, y mucho más tiempo.
Pero acá empiezan las buenas noticias: este tiempo, este aprendizaje, son excelentes inversiones.
De la misma manera que aprender un idioma es una buena inversión que requiere tiempo y dedicación (English Live y Open English son solo comerciales), la apropiación de la tecnología los requiere también.
Es otra conclusión con la cual coincidimos con Impacto TIC.
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