Grado de dificultad: 1 (Se habla de amor y de odio, y no es triste).
Columnista: Roberto
Acabo de descubrir que una cosa que hago (desde hace muchísimo tiempo) al frente de mi televisor tiene nombre.
Lo van, muy probablemente a reconocer, y sospecho que todo el mundo lo hace. De hecho, hablaba indirectamente de eso en un artículo de TMN intitulado “Películas estúpidas en (no solo) Netflix”.
En este artículo, estaba comentando sobre películas malas que me sorprendí mirando. Es uno de los múltiples aspectos de una “disciplina” que los anglosajones llaman el “Hate Watching”.
Esta expresión tiene hasta una descripción en Wikipedia, aunque muy básica. Descubramos esta disciplina liberadora que muchos practican.
Definición de Hate watching
Un ejemplo del concepto
Se “define” por la acción de mirar un programa por el cual uno tiene desprecio, solo por el placer de criticarlo.
Como lo pueden adivinar, se trata de un ejercicio que se practica “en equipo”.
En una época donde la acción de binje-watching es un comportamiento principalmente individual, es una buena noticia saber que hay todavía maneras de disfrutar en grupo.
Un primer ejemplo, personal, está en estas publicidades estúpidas que entrecortan los programas, y que uso para iniciar un dialogo.
El dialogo podrá ser provocado por una modelo adolescente que presenta una cremita para las arrugas “que las hará parecer diez años menos” … A que siempre comento que, con diez años menos, esta chica estaría en pañales…
El efecto es radical y unánime: Los que están mirando la misma pantalla añaden comentarios más venenosos aún, hasta de auto burla, con un resultado siempre libertador.
Eso era solo un aspecto.
Variaciones sobre el tema
Distinguiré varios casos:
- Las propagandas suelen entregar una fuente inagotable de sarcasmos. A veces, los publicistas lo aprovechan intencionalmente, otras veces es un desastre imprevisto para ellos.
- En películas y series, hay personajes y situaciones involuntariamente ridículas.
Me encantaba, por ejemplo, el detective Horatio Caine, de la serie “CSI Miami”, siempre de lado, enunciando conceptos rebuscados, mientras ajustaba sus gafas de sol.
El infalible Horatio me ofreció una fuente continua de risas y de imitaciones.
¿Y a ustedes, cuál es el personaje que los divierte más?
- Por el contrario, están los personajes que logran rescatar algo de un programa que sería desesperante sin ellos (nota: por cierto, es frecuentemente “sin ellas”).
Es una variante del caso del actor o participante que “se roba el show”.
- Y existen las peliculas de las cuales hablé anteriormente, que son irrecuperables, y que le hacen pasar a uno momentos de sorpresa, de vergüenza y de risa, cuando se da cuenta de lo que está mirando.
Hablar de “Rambo 46 – La Misión” o de “Fast & Furious 52 – El hijo de (completar con un nombre)”, es un tema que inspira las discusiones (les presento disculpas por los números, es que no los identifico muy bien).
Son casos no previstos por los productores de contenidos: series, películas y programas que no se vuelven celebres por sus calidades sino por sus defectos.
El “Hate Watching” nos gusta a todos
Lo hacemos todos y es una diversión que no está ni cerca de desaparecer.
Curiosamente, podría ser una de las principales razones que nos llevé a compartir, porque nos trae alegría.
Ahora, sabemos cómo se llama. Es una historia de amor y de odio muy graciosa: “detestar lo que miramos“.
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