Grado de dificultad: 3 (es difícil, pero de interés general)

Columnista: Roberto

Hay artículos que uno desea escribir, sabiendo que nos costaran escribirlos. Son artículos sobre temas técnicos difíciles, sobre temas sociales más importantes aún. El tema de hoy lo es: hablaremos de fractura digital y de la dificultad de sobrepasarla por tantas razones.

Empezamos por una respuesta rápida: sí, la idea de Internet satelital propuesta por SpaceX es una buena idea. Y no, no reducirá la fractura digital (de forma inmediata).

Internet donde no hay nada

El ejemplo de Colombia

¿Dónde no hay Internet? Aquí, en Colombia, es casi la mitad del país: los llanos al este, la selva amazónica y el extremo sur del país, la costa pacífica.

Hay periódicamente proyectos – el último fue “Vive Digital” – que sueñan con llevar Internet a estas zonas.

Son generalmente proyecto políticamente motivados, tratando de aportar un embrión de respuesta a la fractura digital.

Sin embargo, la realidad es menos exitosa. Suelen funcionar unos años, luego desaparecen cuando el presupuesto se acaba, porque sufren todos de la misma debilidad:

  • Se subestima la necesidad en tráfico,
  • Desconoce las personas a las cuales se lleva el servicio.

Las personas que viven en sitios apartados saben que es Internet. Es básicamente sobre este punto que todos los proyectos se equivocan.

A un nivel más global

Egoísmo y visión corta

Lo anterior no es una critica de Colombia. Es así en el mundo entero: fuera de las vías de comunicación, el desierto se establece y en particular la ausencia de sistemas de comunicación.

Estos “desiertos” son siempre decisiones económicas egoístas y con visión corta: se supone que llevar comunicaciones a estas zonas no es rentable.

La verdad es que las empresas comerciales se toman la molestia de mirar como lo puede ser.

Diseño de una arteria transversal

Tomaremos un ejemplo entre muchos, cerca de nosotros, colombianos. Suramérica presenta una debilidad extraña: las fibras ópticas internacionales son todas submarinas.

Es decir, coloquialmente, todas las arterias hacen “la vuelta a la manzana” por el norte y por el sur.

No hay fibra transversal que atraviesa Suramérica del Este hasta Oeste. Por ejemplo, para comunicarse con Brasil, las rutas pasan por el golfo de México, luego baja por la costa atlántica.

O más exactamente así era, hasta que una iniciativa de origen no comercial, el proyecto “BELLA” pretenda hacer justamente eso.

BELLA” es de origen académica (un poco como Internet a su nacimiento en los años 60). Se trata de una colaboración entre universidades de Europa y de Suramérica para interconectar Universidades de ambos lados del Atlántico vía un cable suboceánico.

Luego, del lado latinoamericano, una serie de fibras continentales unirá (¿o uniría?) las universidades. Colombia es una pieza clave de este proyecto. El nombre del eslabón local colombiano es “RENATA”.

El mapa, a continuación, muestra la estructura actual del proyecto

Mapa proyecto "Bella"
Fibra trans selvática

No hay que ser muy experto para ver que este magnifico proyecto tiene una debilidad. En el mapa anterior, se nota que la cadena de fibras pasa muy a sur y no tiene ruta alterna para protegerse de un eventual corto (catástrofes naturales, problemas políticos).

Por eso, se contemplo una ruta transversal adicional, más al norte, que atravesaría la selva amazónica, aprovechando las rutas dibujadas por los ríos. Pasaría en particular en el sur de Colombia (¿Rio Putumayo?).

De manera discreta (se trata solo de una posibilidad) un especialista vino de Brasil este año 2018, para hablar con especialistas locales, y también con los gestores de “RENATA”, de esta exaltante posibilidad.

Es, por supuesto una etapa preliminar, sin embargo, el proyecto es bien nacido.

No se sabe nada del aspecto comercial (es decir nosotros, simples usuarios sin diplomas), pero sería una excelente manera de combinar dos aspectos. Un uso comercial bajaría substancialmente el costo de la operación y hasta la rentabilizaría (sí, hay mucha gente en la selva).

Proyectos exóticos

El proyecto que acabamos de mencionar llevaría un Internet de velocidad normal a una zona actualmente sin comunicaciones, lejos de las escasas migas que proponen los proyectos pasados.

Hay sin embargo varias iniciativas un poco curiosas, tanto por su forma como por su justificación.

Facebook Proyecto Aquila

Drone Aquila - Origen Facebook

La idea de este proyecto era de proponer una cobertura internet inalámbrica desde un dron (un avión no tripulado autónomo volando a 20000 metros de altura).

Es un principio común a varios proyectos: desde una gran altura, se logra una cobertura amplia, a un costo “razonable”. El término “razonable” se define en comparación con soluciones satelitales (tradicionales).

A partir de este concepto, la interpretación de Facebook es que esta altura se logre con un dron gigantesco, alimentado por paneles solares, y que sea capaz de volar durante meses.

La idea seduce:

  • 20000 metros es una altura superior a la de los corredores aéreos comerciales.
  • Las rutas del dron pueden ser diferentes de un simple circulo.
  • La energía solar permite alimentar el transceiver que sirve de nodo de conexión Internet.

Sin embargo, presenta también varios inconvenientes:

  • El dron es un invento muy nuevo, en fase preliminar, y no es que Facebook tenga mucha experiencia al respecto.
  • Siendo en fase preliminar, es un producto que carece todavía de confiabilidad.
  • Un tal dron sale muy costoso, comparado con la área que pretende cubrir, si uno se da cuenta de que es por esencia una zona desértica en la cual la densidad de población (AKA clientes) estará baja.

El último argumento es el más difícil a hacer aceptar por los accionistas… Ya se anunció, más temprano en este año, que Facebook canceló su proyecto “Aquila” , alegando que prefieren continuarlo con un constructor de drones independiente.

“No es rentable” parece una razón mayor, y no hay ninguna vergüenza en admitirlo.

Altaeros SuperTower

Altaeros SuperTower - Origen Altaeros

Una secunda propuesta es la de la empresa Altaeros: un aerostato, elevado a 250 metros y amarrado al piso, permite extender la cobertura de una red celular a una zona desértica vecina con muy poca inversión.

Las ventajas e intereses son que:

  • Sale más económico que la construcción de una torre de telecomunicaciones,
  • Es mucho más rápido a instalar/desinstalar.
  • El área de cobertura alcanzada es de 10000 km2.
  • La tecnología de comunicación es convencional: Celular LTE (4G)
  • La altitud de 250 metros es suficientemente baja para no perturbar los vuelos (dicen).

Esta propuesta de un aerostato en una posición fija y con tecnología convencional (se usa con un smartphone 4G) es una idea muy interesante.

El inconveniente mayor es que el globo está amarrado al piso, y por eso considerado como una infraestructura por la Aeronáutica Civil. En consecuencia, solo puede estar instalada fuera de las zonas de protección de los aeródromos.

Parece que esta solución no entusiasma los operadores de celular por eso.

http://www.altaeros.com/documents/AltaerosPressRelease022018.pdf

https://futurism.com/half-world-internet-enter-internet-blimps

Google Loon

Al opuesto de esta idea está la propuesta de Google, “Loon”, de una flota de globos libres en alta atmósfera (20000 metros).

Siendo libres, estos globos se desplazan con los vientos. La propuesta parece muy económica, sin embargo, todavía me pregunto cual es la marca de su varilla mágica:

¿Será que los vientos son tan previsibles en dirección e intensidad?

¿Cuántos globos necesitan para obtener una densidad y una probabilidad suficiente de cobertura mundial (porque se trata bien de eso)?

Y también ¿Cuántas estaciones terrestres en todos los continentes se necesitan para comunicar con los globos?

Como sea, la descripción del principio parece costosa por la cantidad de globos necesarios. Hay sin embargo un punto positivo: los globos se desplazan a una velocidad limitada. Culminando a una altitud de 20 km, eso les hace casi estáticos para los usuarios durante un periodo de varias horas.

El proyecto Starlink de SpaceX

La última solución propuesta, la red Starlink, podría ser el único contendor serio a proyectos fijos como “BELLA” (es más: sería un complemento).

Parece más convencional comparado con los proyectos exóticos que acabamos de describir: se trata de satélites con órbitas fijas y conocidas.

El precio alto de un lanzamiento no habla favorablemente de la rentabilidad posible de este proyecto.

Pero analizando bien, tiene en la práctica argumentos más creíbles.

Red Internet satelital

Como primera buena noticia, se trata de la red de Internet satelital que todos estaban esperando y como se estaba imaginando, solo que no se sabía quién se atrevería.

La órbita de los 4425 primeros satélites (dato Wikipedia) estará muy baja: alrededor de 1100 km en esta primera fase

En la segunda fase, la órbita estará más baja aún: 330 km, con 7518 satélites (dato Wikipedia).

La razón para estás orbitas tan bajas (que significa un tiempo de revolución muy corto), es que las frecuencias radio utilizadas estarán en bandas muy altas:

Tales valores implican distancias de propagación mucho más cortas, y, en consecuencia, una cantidad de satélites mucho más importante, explicando la enorme cantidad de satélites previstos.

Adicionalmente, estos satélites se estarían comunicando entres sí, para establecer rutas de comunicaciones directas en lugar de usar las fibras ópticas continentales. Es decir que se estaría ampliando la infraestructura de Internet con rutas satelitales. Nota: el vídeo YouTube a continuación es largo (8 minutos).

¿Rentabilidad de este proyecto?

La inversión parece colosal, y lo es. Sin embargo, hay varios factores que reducen el costo del proyecto:

  1. SpaceX es un lanzador de satélites que ganó experiencia en poco tiempo y se enorgullece de ser capaz de recuperar sus lanzadores (no a 100% por el momento).
  2. Los satélites lanzados son de pequeñas dimensiones: varias decenas de satélites se podrían lanzar con un solo lanzador.
  3. Las órbitas previstas son muy bajas, significando que los satélites son “fáciles” de poner en órbita (en términos económicos).
  4. La vida útil de estos satélites es, en teoría, mucho más larga que la de satélites tradicionales en órbita más alta.

Luego viene la pregunta crucial: ¿Hay mercado y población para un tal proyecto?

Acá, parece que el estudio económico de SpaceX fue mucho más inteligente que los que estamos acostumbrados a presenciar.

¿Contra quién competirá esta solución?

No se limitaron a los clientes clásicos como los cruceros, barcos comerciales, industrias en zonas aisladas. De lo que se sabe, están compitiendo en la atribución de frecuencias (bandas Ka y V – ver más arriba en el artículo) contra la futura 5G en celular.

Podría ser que la competencia sea más que solo las frecuencias: el aumento de velocidad en redes inalámbrica significa que se buscan aplicaciones y clientes más “fijos” que “móviles”.

Siendo así, el tamaño del terminal (Starlink usara terminales del tamaño de una caja de pizza) tiene menos importancia.

Lo que, sí, tendrá relevancia es la densidad de red de acceso propuesta por los operadores. A este juego, SpaceX parece mejor armado:

  • La densidad de su red significa conexiones múltiples desde cada terminal, con antenas y frecuencias bien dimensionadas para lograrlo. Eso asegura una alta velocidad de conexión mucho antes de la 5G.
  • Los satélites formaran su propia red de transporte, sin necesidad de acuerdos con “Carriers” o proveedores de redes ópticas urbanas.

En otros términos, la competencia que están estableciendo es con los operadores de celular en un mundo donde el teléfono está desapareciendo en su forma actual.

Los que están en peligro en esta disrupción son:

  • Los operadores de celular,
  • Redes como IRIDIUM,
  • los satélites convencionales (ya se notan cancelación de proyecto geoestacionario con el anuncio de SpaceX,
  • los operadores de acceso fijo convencionales en zonas apartadas (por tacaños y perezosos).

La situación se pone interesante…

Organización de las redes para el Internet de los próximos años

La densidad de población en zonas urbanas y las altas velocidad que se suelen proponer parecen proteger estos entornos.

¿Será que competirán contra infraestructuras fijas como la propuesta en “BELLA”? Habrá que comparar las tarifas.

Lo cierto es que este anuncio cambiara muchas cosas en los precios practicados, y calmara la soberbia de los actores locales que se sentían hasta ahora protegidos.