Grado de dificultad: 1 (Son conjeturas más que realidades).
Columnista: Roberto
La actualidad, entre ilusión y realidad
Lado positivo: los médicos
Últimamente, parece que los Estados Unidos ofrecen un festival de equivocaciones.
Su gobierno ya era muy criticado por su ineptitud en el manejo la crisis sanitaria del coronavirus.
No les va muy bien, tampoco, en el Medio Oriente por otra serie de decisiones erradas (y sangrientas):
Amid coronavirus chaos, u.s. and iran edge closer to war
Por fortuna, ciertos especialistas, como el Dr Anthony Fauci, mantuvieron el rumbo en la lucha contra la pandemia del COVID-19.

Ojalá todos tuvieran el mismo valor.
La NASA, muy obediente
En la NASA, el ambiente en materia de “liderazgo” es opuesto:
Acaban de anunciar que Estados Unidos ira a la luna directamente sin esperar la disponibilidad de la estación espacial orbital.
NASA’s ‘critical path’ to the moon no longer requires a Lunar Gateway: Report
Nota: El discurso de la NASA, reportado en este artículo, es demasiado enredado para no generar sospechas…
Es, sin embargo, coherente con el afán de la administración americana de enviar astronautas a la luna antes de 2024.
De ninguna manera la estación orbital estaría estabilizada para tal cronograma.
En un artículo anterior, expresábamos dudas sobre esta promesa electoral (lo es):
Prometen la luna, hasta noviembre
Para resumir: veremos qué pasa después de las próximas elecciones en este país.
Suposiciones sobre un proyecto lunar
Sin embargo, podemos soñar que este proyecto prosperé.
Escenario 1: envian astronautas en la Luna, pero no se quedan
Es el escenario más probable. Ya lo han hecho (hace mucho tiempo), y no hay nada novedoso en eso.
En este caso, la idea es “impactar” al electorado estadounidense, cumpliendo con una promesa. Es un clásico del gobierno actual.
Eventualmente, pueden dejar elementos que pueden ser utilizados en las misiones siguientes.
Al opuesto, convencer al resto del mundo sería un cuento totalmente distinto.
“Los demás” (europeos, japoneses, canadienses) ven un “juego” a más largo plazo, y pueden dejar los americanos dilapidar plata en proyectos apresurados.
Sería la razón por la cual se sigue hablando de la plataforma orbital.
Escenario 2: establecerse inmediatamente sobre la Luna.
Eso requiere varias misiones dejando cada vez elementos para construir la base.
Una vez haya los recursos suficientes en sitio, enviarían personal que podría quedarse más tiempo.
Esta solución es “pelitractada” porque serían varias misiones costosas y de una frecuencia no tan evidente en ausencia de estación orbital.
El plazo requerido no sería compatible con la puesta en órbita de una estación (básicamente al mismo tiempo).
En consecuencia, podría ser un artificio para retrasar la llegada de los demás,
Podría ser, siempre y cuando estos “otros” no deciden desarrollar un proyecto sin los gringos, lo cual dejaría la NASA aislada.
Escenario 3: ninguno de los anteriores
En los casos anteriores, una condición no está para nada asegurada: que sean efectivamente capaces de alunizar y, luego, de despegar.
Ya lo han hecho, hace mucho tiempo, pero parece que este conocimiento, de alguna manera se perdió (Boeing Space no demostró ser capaz de reproducir esta proeza).
¿SpaceX? ¡Quién sabe! Pero 4 años son un plazo muy corto…
Hay otros “contratistas” de la NASA que postulan, sin que haya por el momento una muestra de éxito en alunizar con un módulo.
Son muchos candidatos para recibir financiamiento de la NASA, sin que haya un candidato seguro. SpaceX sigue siendo el más creíble.
Qué tal, entonces, que la NASA se quede con uno de estos proyectos postmoderno que fracasan en el transcurso.
Fracasos celebres como los del Fyre Festival, de Theranos, y del 737 Max 8 de Boeing, son testimonios de lo que el postmodernismo sabe “no-hacer”.
Así que es urgente tomar las cosas con calma.
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