Grado de dificultad: 3 (es un intento de explicación de la diferencia entre lo que es científico y lo que definitivamente no lo es – y los vídeos son en inglés)

Columnista: Roberto

Una interesante serie de TV se vuelve más interesante aún

Estaba recientemente mirando un episodio de “The Good Fight”, una inteligente y divertida serie americana sobre abogados. Esta serie, disponible en Amazon Video, está en su segunda temporada, y tendrá una tercera en el transcurso del 2019 (para los que pueden estar interesados).

Pero el presente artículo no es sobre “The Good Fight” en sí, sino sobre algo que pasa en el episodio 4 de la segunda temporada.

En este episodio, se habla de una disputa en un colegio donde un profesor está despedido sin justa causa…

Es donde la situación se pone interesante: aparecen dos desarrolladores software que expresan severas dudas sobre la confiabilidad de un software de evaluación de desempeño, citando los teoremas de Incompletitud de Gödel.

Nota: hay efectivamente situaciones de este tipo en la actualidad (en Colombia no todavía, por fortuna, que yo sepa…).

Deliciosa sorpresa para mí, oír hablar de tan noble y fuerte planteamiento matemático. Eso me hizo ver la serie de manera más simpática.

Los teoremas de Gödel para los dummies

En la página Wikipedia sobre estos teoremas está su expresión “en términos sencillos”. Aun así, resultan muy difícil de entender.

Es una dificultad similar a la que se encuentra en la disciplina matemática de la “topología”, una generalización de la teoría de los conjuntos, que todo el mundo pensaba “sencilla”… Hasta que los matemáticos la llevaron a sus extremos.

Empezamos por aclarar que Kurt Gödel, matemático austriaco, cuyo apellido es fonéticamente muy cercano al de Goebbels, representa una antinomia casi perfecta con este terrible recuerdo del pasado.

Kurt Gödel en 1925 - Origen Wikipedia

Kurt Gödel logro demostrar, en una publicación de 1931, que las matemáticas no son infalibles (lo demostró matemáticamente). Nota: se trata de una demostración usando números, disponible en la entrada de Wikipedia sobre este tema (no se sientan forzados a leerla).

Aunque no sea ninguna noticia para los matemáticos y científicos de otras disciplinas, que son consciente de eso desde hace varios milenios, era, sin embargo, interesante que alguien lo haya demostrado.

En las ciencias, ya existe desde mucho tiempo el concepto del “paradigma”, que describe el proceso donde se construye sobre modelos reputados confiables hasta que se demuestre o descubre lo contrario.

Romper un paradigma es crear una disrupción. Es un evento mayor para los cientificos, y algo que no se debe tomar a la ligera.

Ciencias y postmodernismo

Los teoremas de Gödel no son una destrucción de las matemáticas. Son una explicación del porqué las matemáticas son llenas de huecos (en los cuales el postmodernismo se instaló con seudociencia).

Hay este ejemplo relevante, en Francia, de dos animadores de programas seudocientíficos, los hermanos Bogdanov, que lograron obtener doctorados en matemáticas y en física, con tesis basadas en fantasías.

Nota sobre esta imagen: son fotos antiguas. Si miran fotos recientes de estos dos individuos, estarán muy asustados (aunque no lo merezcan, decidí no añadir a su desgracia).

¿Cómo lograron un tal engaño? Con dinero y luego con amenazas.

Eso inicio un escándalo que permitió a la comunidad científica internacional despertarse después de una década de postmodernismo.

¿Síntoma de evolución?

Escuchar hablar de los teoremas de Gödel en una serie de televisión es muy refrescante y, a mi punto de ver, un síntoma de que el modernismo está renaciendo.

Es coherente con una evolución muy reciente.

La disciplina la más impactada actualmente por estos teoremas es la joven informática, y particularmente los conceptos de inteligencia artificial y de algorítmica.

La noticia, que estábamos reportando en TMN, de un cambio en YouTube sobre su manera de ajustar algoritmos de recomendación de contenidos va en este sentido.

En el vídeo siguiente, también sobre los teoremas de Gödel contiene una referencia indirecta interesante:

¿Se la pillaron? Hay un momento donde hablan “casualmente” de unicornios, referencia directa a uno de los términos preferidos de la neolengua actual.

No estamos hablando aquí de “romper paradigmas” sino de corregir errores de curso.