Grado de dificultad: 1 (Existe una duda sobre la posición de los realizadores del documental)
Columnista: Roberto
Un tema conocido
El documental que difunde HBO, The Inventor – Out For Blood in Silicon Valley, no es el primero sobre el incidente Theranos, esta empresa cuya fundadora se perdió en un laberinto de mentiras.
Fue un tema abundantemente discutido, por sus implicaciones en términos de credibilidad y de inversiones.
Tampoco es un tema desconocido en TMN. Tiene fuertes vínculos con artículos que hemos publicado anteriormente:
Estos les ayudaran a entender el mecanismo que permite que engaños costosos o graves prosperen. En el caso de Theranos, y de su personaje central, Elizabeth Holmes, hay una dimensión adicional.
Donde, en otros casos, se trataba de situaciones marginales y barrocas, en este caso hubo nombres prestigiosos implicados en una estafa muy similar.
Se habla de la Universidad Stanford, de la Silicon Valley, de políticos conocidos (uno es candidato a las primarias de la próxima elección presidencial americana).

Thomas Edison, Steve Jobs y Bill Gates están nombrados como fuentes de inspiración. Uno podría creer que se trata de la elite intelectual estadounidense.
El origen de una debilidad
Son estos tres últimos nombres que nos aclaran sobre las razones profundas de la permeabilidad de la elite financiera a los engaños de todo tipo.
Atacamos el problema de frente estableciendo lo siguiente: Steve Jobs nunca fue un icono para los nerdos.
El documental empieza por asimilar la táctica de Elizabeth Holmes a la de Thomas Edison, olvidando lo principal: que Thomas Edison tenía dos facetas.
De un lado, fue un inventor prolífico, del otro fue un empresario despiadado.
Lo más perturbador en este documental es ver cual campo eligen los realizadores. Les dan la razón a Elizabeth Holmes, solo tristes de que fuera descubierta.
Se le ve a ella aprovecharse de la mitología americana, imitando a Steve Jobs en su vestuario, sus actitudes, su lenguaje.
Esta actuación no engaño a los especialistas, nerdos, como la doctora Phyllis Gardner, quien identificó el engaño muy temprano… Y, por supuesto, fue apartada, como lo serán todos los verdaderos especialistas.

Es un esquema tristemente clásico. Los mundos científicos y de negocios son antagónicos.
Una prueba reciente se evidenció en la industria aeronáutica, con la crisis de Boeing y del avión 737 Max 8, y su lista de engaños que no se acaba.
Se trata de la misma actitud, que silencia a todos los que tienen la respuesta a un problema, porque esta respuesta “pone el dedo en la llaga”.
Entonces, los reyes se encuentran desnudos, y les tocó fingir estar vestidos.
HBO reclama su liderazgo
El documental está bien hecho, a parte de su enfoque demasiado cómplice a su inicio.
De manera involuntaria, explica más de lo que iba a revelar…
… O, tal vez, era su verdadero propósito, una manera de reconocer las profundas debilidades de una forma de poder que se engaña a ella misma.
No nos quedó muy claro. Es cierto, sin embargo, que hubo mucho poder implicado y engañado, y que eso se debe manejar con tacto (sobre todo en Estados Unidos).
Si es así, HBO estaría enviando un mensaje diplomático a sus nuevos dueños, y a sus competidores.
Netflix y Amazon Video le habían robado el protagonismo sobre este tipo de contenido. No podían quedar atrás.
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