Grado de dificultad: 1 (Los asustamos un poco, para que sean más consciente del tema que abordamos).

Columnista: Roberto

El presente “post” es el primer capítulo de un artículo largo, sobre un tema apasionante, que solo empieza a generar preguntas.

¿Compartir con quién?

Recientemente, presencié un caso donde se quiso manejar el alumbrado de una oficina “de tipo abierto” de manera zonal, por WIFI.

Spoiler alert: los profesionales (nerdos) que diseñaron y ejecutaron la obra, lo lograron de manera inteligente.

Tuvieron, sin embargo, un problema de privacidad a resolver:

El sistema era constituido de un gestor central y de múltiples interruptores, todo con interfaces WIFI.

El inconveniente fue que este sistema, de origen china, no trabajaba en local, sino que mandaba todos los comandos a China.

Emoticón Cara Temerosa - Origen Apple

Luego, estos comandos regresaban para ejecutar los cierre y apertura de contactos eléctricos … ¡Verídico!

Los profesionales consiguieron la modificación del firmware para que los comandos mandados por WIFI no salgan de la red local…

Este caso es interesante, porque son sistemas similares que manejan los alumbrados públicos.

Una pregunta a las administraciones públicas: ¿Los comandos de alumbrados públicos de su ciudad se quedan en una red aislada, o hacen la vuelta del mundo?

Un reinado usurpado

El punto es el siguiente

Últimamente, se habla mucho de “Internet de las Cosas” y de “Objetos Conectados”. AKA los comerciales quisieran llenar nuestras casas de artefactos conectados a Internet.

Los posesores de tales elementos no se dan cuenta del aspecto invasivo de estas conexiones, y dejan entrar un montón de mirones en sus casas.

Otra pregunta: ¿Quién usa un reloj conectado?

Smartwatch Fitbit "Ionic" - Origen Fitbit

Los diferentes comandos y mensajes manejados por todos estos objetos deberían, en su inmensa mayoría, quedarse en el perímetro de la red local del hogar.

No es el caso para nada.

Es, por cierto, una razón adicional para conectar nuestros smartphones a nuestros WIFI personales, en lugar de la red de celular de su operador “preferido”.

No estoy diciendo que quiten todos los elementos tecnológicos de sus casas (no vivimos en cuevas), solo estoy mostrando cual problema necesitamos manejar.

Inicio de la exploración

Compartir recursos es un tema conocido del mundo corporativo (aunque ni tan practicado, porque principalmente centralizado).

Al opuesto, sigue siendo un misterio en los hogares donde se multiplican los elementos conectados (que sean computadores u otros “objetos”).

Cosa curiosa, hubo periodos, en la evolución de Internet, donde esta noción era más avanzada que hoy.

La razón es, muy probablemente, porque la población de los Internautas se volvió menos conocedora de los temas técnicos.

Es una situación que las redes sociales (y otras entidades comerciales) aprovecharon para centralizar (y acaparar) estos recursos.

Los recursos en cuestión no son solo de software o de información. En varios casos, son físicos:

  • Compartir un teclado y un ratón entre varios computadores,
  • Visualizar en un Smart TV el vídeo de YouTube que vimos en un Smartphone.
  • Conectar una impresora a la red local.
  • Gestionar los E-Books, músicas o videos de toda la casa (no tiene que ser desde una fuente única).

Empezamos, entonces, nuestra exploración de los múltiples significados de la palabra “compartir” en la informática de hogar.

Casco de "explorador" colonial - Origen desconocido

En nuestro próximo capítulo, abordaremos un caso sencillo: los teclados y ratones amarrados a nuestros equipos.

Compartir entre computadores – 1. Introducción