Dificultad: de 0 a 2 porque hay algunas nociones de mecánica automóvil que pueden ser percibidas como complejas.
Advertencia preliminar: Siendo un ejercicio de carácter personal, las decisiones tomadas a cada etapa no significan que los vehículos descartados sean malos (al contrario, si las marcas o los vehículos aparecen es que presentan un interés), es un ejemplo de proceso de decisión, no más.
Punto de inicio
Hace unos meses, hice un ejercicio un poco inhabitual. Estábamos discutiendo de carros, de cuales marcas nos gustaban. Es cuando alguien me pregunto qué había pasado con la camioneta Ssangyong Korando en la cual andaba en la primera década de este siglo.
Recordé que era un modelo Diesel 1999, que era el primer modelo con turbocompresor de esta marca que llego a Colombia. Es una máquina que disfrute mucho porque tenía un muy bien comportamiento tanto en carretera como en trocha, y sobre todo, en subida se notaba que los ingenieros habían ajustado el turbocompresor para esta situación.
Sin embargo, dije a todos que no es una camioneta que recomendaría porque tenía defectos que la descalificaban en una comparación con otros vehículos:
- Tenía un problema recurrente con la palanca de cambio: estaba conectada a la caja por guayas que me tocaba cambiar periódicamente.
- Tuvo en dos oportunidades un problema de dirección: las rotulas al nivel de las llantas delanteras se habían rotas, lo cual pudo haber sido muy grave.
- La transmisión “doble” (cuando un pasa en modo 4×4) era un diseño muy extraño, para nada robusto.
Empezamos a hablar de cual camioneta la podía reemplazar, pregunta a la cual conteste que la Ssangyong Rexton, por su motor, era la más cercana, pero que su tamaño me parecía inadecuado para un uso urbano.
A partir de este momento, la discusión se volvió más caótica, porque las diferencias de opinión sobre el tamaño de los carros o camionetas y su configuración se expresaron.
De todo modo, ninguno de nosotros pensaba comprar un carro, así que las cosas quedaron así.
Sin embargo, me quedo la curiosidad de saber cuáles carros atractivos podían existir en este inicio de 2018. Decidí, poco tiempo después, hacer un ejercicio… que me llevo mucho más lejos que pensaba.
Etapa 1 – Fijación de los criterios
Entramos en un mundo subjetivo: el carro que elige uno es con criterios personales. Los míos son los siguientes (en este inicio de 2018):
- Camioneta 4×4. La razón es que Bogotá tiene algunos huecos en sus calles, y que a veces estas calles se vuelven ríos porque las alcantarillas son insuficientes durante aguaceros grandes. Además, uno nunca está muy lejos de una trocha, sobre todo cuando no las está evitando.
- Motor de 2 litros de cilindraje. Este parámetro es un compromiso entre un motor que no sea muy generador de consumo y de impuestos de un lado, y con suficiente potencia y torque para subir sin dificultad. Con este cilindraje, estoy seguro que será un cuatro-cilindros, lo que asegura un buen torque hasta en bajo régimen.
- Será una versión de lujo. Este requisito es menos por el lujo interno (que será un “plus”), que por características más importantes (equipos de seguridad) que solo ponen sobre modelos “de lujos”. Lo cierto es que, adicionalmente, pica mi curiosidad saber cuáles refinamientos tecnológicos ponen sobre carros de esta categoría.
El último criterio tiene otra razón de ser. Haciendo una comparación con algo que no tiene aparentemente nada que ver, prefiero un jeans CP (marca de ropa colombiana) a un Levi´s 501. Pago por una calidad, no por una etiqueta.
De mi lista imaginaria, ya quité los vehículos con etiqueta: Audi, BMW, Mercedes, Land Rover, Volvo, porque estoy convencido que encontraré algo de igual calidad (o hasta mejor) sin necesitad de desembolsar el precio de una reputación.
Con estos parámetros, ya tengo un vehículo de referencia. Hyundai Tucson “Limited” alrededor del cual a construiré una lista de contendores.
Etapa 2 – Establecimiento de la lista
Acá tengo las primeras sorpresas: además de las sempiternas Audi, BMW, Mercedes, Land Rover, Volvo, varias marcas fueron dadas de baja en la lista:
- Toyota por motores demasiado grandes y precios altos.
- Chevrolet: la Captiva, muy bonita camioneta, tiene un motor de 2.4 o hasta 3 litros. Nota: parece que esta camioneta desapareció luego del sitio web de Chevrolet Colombia. La Chevrolet Tracker se puede tomar en cuenta.
- Jeep tiene motores demasiado grandes al punto que en su sitio lo esconden (solo hablan de potencia). Nota: hay una excepción, la Jeep Renegade, que se tomara en cuenta
- Honda, por precio.
- Volkswagen por tacañería en equipamiento.
- Mazda, por motores demasiado grandes y también por precio. La Mazda CX3 parece cumplir pero está muy mal documentada en sitio web, y no se analizara por eso…
- Ssang Yong por falta de equipamiento o camioneta demasado grande (Rexton).
A esta lista de rechazados hay que añadir los chinos y los franceses. Los chinos, es casi por principio: estoy buscando un carro original y no una copia de mala calidad. ¿Porque descartar los franceses? Resulta que soy ciudadano francés, y no confio en mis compatriotas (puedo estar equivocado): son vehículos lindos por fuera, pero mal acabados. Además, llegaron al mundo de las camionetas 4×4 muy tarde y no me confió en su robustez en trochas colombianas.
La Renault Duster hubiera sido tal vez la más cercana, si no fuera por ser fea y muy mal equipada.
¿Quedó algo para mi lista? ¡Sí! Y no son soluciones menores, la lista que elaboré está en la siguiente tabla:
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El código de colores que adopte en la tabla es el siguiente:
- En verde suave los elementos positivos,
- en verde intenso los puntos fuertes,
- en color salmón los elementos débiles.
- En blanco los casos de los cuales no se puede tomar decisión porque faltan informaciones.
- En gris, los modelos descartados por debilidad en ciertas características que considero claves.
Las siguientes camionetas parecen sobresalir
- Hyundai Tucson Limited (la camioneta de referencia)
- Nissan Qashqai Exclusive
- Ford Escape Titanium
- Subaru Forester 2.0 XT Turbo
Etapa 3 – Análisis crítica
No pensaba llegar a un tal resultado. En vista de eso, tomo la decisión de llamar los concesionarios para tener precios, que también se pueden ver en la tabla.
Y como la selección se vuelve complicada, examino más en detalle los equipamientos.
Hay elementos como cámara de reversa y captores de proximidad que se pueden instalar en vehículos más antiguos o que no los tienen, haciendo su ausencia menos grave. Además, todas las camionetas de la lista la tienen.
Al contrario, elementos importantes y específicos como los airbags múltiples son un argumento (todos los modelos bien notados en la lista tienen este elemento también).
Hyundai Tucson Limited

Entre las cuatro camionetas, la Hyundai Tucson es la más en riesgo, por carecer de elementos de mucha especificidad. Sin embargo, es la única de este nivel de precio a tener doble embrague y su peso (1.4 T), es el más bajo del grupo.
Son sus mejores argumentos, su peor siendo su precio que la ubica entre las más caras. Un mal punto es que es la única camioneta que no veré, porque no disponible a esta época. Por eso, paso en cuarta posición en la lista.
Ford Escape Titanium
Ford tiene una propuesta muy llamativa, indicando que se quieren posicionar en posición dominante sobre este segmento de mercado.

La Ford Escape Titanium tiene un excelente motor “Ecoboost” de dos litros equipado de un turbo que la hace muy llamativa. Tiene entre sus refinamientos un ayudante de parqueo: aparentemente el carro puede parquearse solo, un gadget muy interesante. Esta camioneta está llena de detalles muy “americanos”.
Su única debilidad es su peso, 2.2 tonelada: muy pesada; por fortuna, el motor tiene potencia y torque gracias al turbo. Esta camioneta es la que desvirtuó la Hyundai Tucson por tener mucho mejores equipos y motor. Este carro tiene un sistema de apagado y encendido automático del motor en los semáforos. Es el único a proponerlo entre los tres candidatos mayores. Es incontestablemente un contendor muy serio.
La prueba de manejo da una muy buena impresión de la camioneta, tiene cambios secuenciales por Manetas al timón, detalle que tomare como criterio adicional.
Subaru Forester 2.0 XT Turbo
La Subaru Forester, camioneta leyendaria, me seduce por la configuración espectacular de su sistema de transmisión: Subaru es conocido por ser EL experto AWD (All Wheel Drive) del mercado.

El motor es leyendario: es un “flat 4” equipado con un turbo que lo vuelve la mejor configuración de todos. El motor tiene turbo que le da una potencia y un torque parecido a la Ford Escape, y un peso mucho más razonable de 1.6 toneladas (600 kilos menos que la Escape, felicitaciones a los ingenieros de Subaru).
Desafortunadamente, este vehículo es el más costoso de los cuatro, y de mucho (casi 15 millones de diferencia con los demás). Eso lo hace difícilmente alcanzable.
Subaru XV “EyeSight
Pero no estoy dispuesto a abandonar la lucha despues de esta decepción: Subaru tiene, desde esta década, una camioneta un poco más pequeña (la Forester se volvió una camioneta bastante grande). Se trata de la Subaru XV, modelo “EyeSight Exclusive”.

Subaru no sacrifico la motorización y configuración de este modelo: tiene un motor de 2 litros (el mismo flat 4, sin el turbo esta vez), y tiene las mismas capacidades de andar en trocha (sí, se me olvidaba decir porque insiste con Subaru: son camionetas que sirven para la trocha, lo que las otras de la lista no aguantan sino más ocasionalmente).
Tiene además un detalle que no tiene (todavía) la Forester: un sistema, llamado “Eyesight” que es un detector dinámico de distancia que permite frenar si las distancias se reducen adelante y atrás (lo cual no me parece lujo sino “responsabilidad civil”.
El peso, de 1.46 toneladas, la hace muy cercana a la Tucson, con un detalle importante para una camioneta de trocha: la altura sobre el suelo es la más alta de grupo: 22 cm, donde la Ford alcanza 20 cm (muy bueno), y la Nissan Qashqai 18 cm (respetable más no espectacular).
El presupuesto pone la XV al mismo nivel que la Ford Escape, haciéndola mi nueva preferida.
La prueba de manejo confirma que Subaru trabajo esta camioneta para la trocha: la sensación es la de manejar un carro normal, sin embargo, mirando los demás carros, se nota que la posición de manejo es de orden de 10 cm más alto, dando un mejor ángulo de vista sobre la trocha (sutil e inteligente). Las manetas de cambio secuencial están al timón como en la Ford Escape. Creo que me enamoré.
Nissan Qashqai Exclusive

Viene entonces la Nissan Qashqai. Es una muy bonita camioneta, con varias cosas refinadas como las 4 cámaras que permiten monitorear a 360 grados y ayudar a operaciones como el parqueo. No tan sofisticado cómo en Ford, y sin embargo interesante. Su gran calidad (además de ser la más bonita de todas) es su precio, el más bajo de los cuatro modelos.
Anoto sin embargo que es una camioneta muy pesada (casi dos toneladas). La elección parece complicada antes de la prueba de manejo.
La comodidad de manejo es al mismo nivel que las dos otras camionetas. Hay sin embargo un elemento que me decepciona: tiene posibilidad de cambios secuenciales también, pero sin manetas al timón, solo empujando la palanca.
Siendo honesto, la decisión de Nissan es lógica: la caja es automática de tipo CVT (Continuous Velocity Transfer), como la de su compatriota la Subaru XV. Este tipo de caja tiene un manejo muy progresivo de los cambios, un tanto en contradicción con el uso de palancas al timón, que son más decorativas que útiles.
Etapa 4 – Últimos detalles
A esta altura, cualquiera de las 3 que encabezan la lista (Subaru XV Eyesight, Ford Escape Titanium, Nissan Qashqai Exclusive) es una muy bonita solución.
Lo que me parece impresionante es el nivel de calidad que logran alcanzar, comparado con vehículos que cuestan por lo menos 50 millones más.
Hay una diferencia en las duraciones de garantía:
Ford propone 3 años con kilometraje ilimitado
Subaru propone 2 años completos, luego 4 años adicionales para motor y transmisión. Nota: eso me parece inteligente, porque después de 2 años, los cambios de aceite y filtros salen más baratos y más fáciles a fuera, mientras que motor y transmisión son lo más importantes y duraran 6 años en total o 600000 km.
Nissan propone 2 años o 200000 km, dejando al cliente la decisión de comprar una garantía alargada que aumenta el precio del carro, volviéndolo menos interesante.
Etapa 5 – ¿Y entonces?
… No tengo esta plata, así que el sueño termina acá. En mí caso, si tuviera esta plata para gastar (es un enorme “si”), me iría por la Subaru, por su ingeniería superior.
Otros tendrán impresiones diferentes: mirando en la calle, estas tres camionetas se ven frecuentemente, sobre todo Ford y Nissan.
Subaru es más discreto, pero sí se empieza a ver este carro, sobre el cual parecen contar.
Con criterios diferentes, uno llegara a una lista diferente. Por ejemplo, otro participante a TMN tuvo una filosofía inversa: en lugar de partir de arriba y bajar hasta encontrar la configuración ideal, él empezó desde abajo, buscando la configuración progresivamente la más llamativa con un presupuesto relativamente limitado.
Su resultado, que de hecho compró, fue la Ford Fiesta Hatchback SE MT (otra Ford).
Si usted piensa en comprar un vehículo nuevo, les aconsejo armarse de paciencia y elaborar una tabla comparativa. Al precio de un carro nuevo, es una precaución necesaria.
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