Grado de dificultad: 1 (La calma es un tesoro en tiempos de pánico).

Columnista: Roberto

Pandemia

Cuando pasó la gripa AH1E1, estuve afectado varios días, y fue una experiencia dolorosa y desagradable.

No fue sino hasta dos años después que todos nos enteramos de que tan asesina fue la enfermedad (artículo en CNN en español):

La gripe H1N1 mató a muchas más personas de lo que se pensaba

Se estima que entre 151.700 y 575.400 personas murieron a causa de ella.

La manera actual de informarnos sobre la peligrosidad del coronavirus “COVID-19” podría ser una consecuencia de este desastre: los médicos temen que eso se reproduzca.

Poco a poco, se conoce el perfil de la población con riesgos (artículo en Vox):

Why Covid-19 is so dangerous for older adults

Según este artículo, estoy en la “zona de peligro”, aunque no en la peor parte. Esta afección parece preferir los ancianos.

El diagrama a continuación, conseguido en el artículo de Vox, es significativo:

Diagrama Vox - sobre estadísticas de mortalidad covid-19 en China

Son estadísticas establecidas con base en lo que paso en China.

Estoy entre los de 60 a 69 y los dolores que siento desde esta mañana en los hombros podrían ser un síntoma del coronavirus …

… O de una simple gripa de temporada (#calma).

Lo curioso es que los “amenazados” no parecen alcanzados por el pánico que ataca a los demás.

Algunos tienen una buena higiene de vida, otros menos. Ninguno (que yo sepa) se pone a culpar a las otras generaciones.

Es más: la mejor noticia es la aparente inmunidad de los niños de baja edad.

Peleas inútiles

Al opuesto, las informaciones más preocupantes son estas peleas que gente más joven que nosotros se inventan, y en nuestro nombre …

Una amiga mía (una “joven” de estos millennials), me mando un ejemplo de pelea gratuita (artículo en El Tiempo):

La verdadera peste

Todos piensan rendirnos un homenaje, y saludo este aspecto.

Pero, como lo dije en respuesta, este escrito tiene aspectos contraproducentes:

Hablar de la “experiencia” es también una forma de expresar su desprecio hacia los ancianos.

El redactor de la pieza me inspiró más preocupación que tranquilidad.

A quién y a qué se dirige su diatriba no está bien claro. Debe tener alguien muy torpe en su entorno que lo escandalizó.

Para que se tranquilicé, le diría que, personalmente, un tal comentario (que no escuché) me pasaría a varios kilómetros encima (porque no es nuevo).

Mejor guardemos la calma, y cuidémonos.