Grado de dificultad: 2 (Saber decir que “No” se volvió un privilegio).
Columnista: Roberto
Nota: TMN “experimenta” una nueva y desagradable sensación llamada COVID-19. El presente editorial podrá sonar un poco agresivo (el malestar tiene parte de la culpa).
Una prueba PCR positiva
Hay de estos invitados abusivos que le inspiran un madrazo a uno cuando se entera.
Ocurrió el miércoles de esta semana, y después de varios días de un malestar persistente, y a pesar de estar cumpliendo con las reglas sanitarias.
Los que conocen la prueba “PCR” de detección de COVID-19 saben que tan desagradable es.
El jueves, recibía su resultado … POSITIVO.
Mi reacción fue en una sola palabra (los franceses no dicen “hijo de”).
Es siempre molesto seguir con un tapabocas, más de un año después del inicio de la pandemia. Estar del lado del peligro lo es mucho más.
Es sin ningún orgullo que hago, ahora, parte de las estadísticas.
COVID-19 no se mitiga
Un debate sobre COVID-19 en LinkdIn
De manera interesante, más temprano esta semana, tuve un (corto) debate en LinkdIn. Mostraba mi desacuerdo con un mensaje invitando a los cinéfilos a regresar a las salas de cine.
El propósito del mensaje era para resaltar supuestas medidas de protección. Pero, con COVID-19, no se puede garantizar nada (como lo demuestra mi infección que ni entiendo donde la conseguí).
Siendo un nerdo sin amarre a una corporación, me quedaba más fácil expresar un “NO” definitivo.
Mi “adversario” estaba mucho más dispuesto a negociar “medidas de mitigación”. De hecho, este término era el que más me molestaba.
Unos días después, no me alegra aportar un argumento tan definitivo. Nota: tal vez no le parecerá tan contundente a mi adversario…
El intercambio fue corto, y mostraba que la otra persona no estaba acostumbrada a ser cuestionada.
Que un desconocido se atreva a poner en duda un guion corporativo bien establecido le fue insoportable.
Es representativo de la situación que vivimos: De un lado están los científicos, muy drásticos, del otro, los “optimistas”.
Un optimismo contraproducente
En el mundo postmoderno (feudal y corporativo), nadie se atreve en contestar de manera tan radical. Nadie puede dudar de las decisiones del rey CEO.
Es, al contrario, muy bien visto hablar de una realidad alterna donde COVID-19 no fuera tan letal.
Como nadie los enfrenta, se acostumbraron a mentir en las redes sociales y en los medios de comunicación.
Están siempre sonrientes y optimistas, lo cual podría ser buena idea … En condiciones menos graves.
El presente incidente me confirmó, una vez más, de que uno nunca se debe callar. Callarse es abrir la puerta a todos los abusos.
Es especialmente cierto con COVID-19. ¿Cuánto tiempo más tendremos que ponernos tapabocas? Parece que será otro año completo, y muy probablemente más.
Esta recomendación vale para todos.

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