Grado de dificuldad: 1
En un post anterior, estábamos reportando la llegada de la actualización Windows 10 en octubre (versión 1809). Noticias posteriores nos llevan a hacer un artículo adicional sobre el tema.
Poco después de la liberación de esta actualización, hubo anuncios de problemas, específicamente relacionados con la perdida, en algunos casos del contenido de la información de la carpeta “Documentos” (nada más).
Como siempre, Microsoft entro en modo “Damage Control”, y no se supo mucho de lo que pudo haber pasado.
Así que solo podemos explicar a los usuarios las que son sus responsabilidades en un proceso de actualización de sistema operativo. Microsoft sabe perfectamente donde están las suyas, que suelen indicar, aunque sin resaltarlas…
Caso del “Upgrade”
Un primer problema tiene que ver con versiones “antiguas” de Windows 10. El proceso de actualización es muy quisquilloso sobre este tema, y les obligara a hacer varias actualizaciones antes de considerar que tiene la configuración adecuada.
Este primer problema ya es consumidor de tiempo. En consecuencia, es altamente recomendado revisar periódicamente el (con una periodicidad elevada: cada día o, en su defecto, a cada acceso al PC).

Además, cuando se trata de un “upgrade” (instalación de un nuevo sistema operativo) en varios casos se tratará de una instalación “en limpio”, es decir que el proceso borrara toda información del disco principal (donde se encuentra en particular la carpeta “Documentos”).
Disco duro lleno

El segundo problema es algo contra que Microsoft no puede hacer mucho: en computadores pequeños (donde el fabricante bajo el precio sacrificando el tamaño del disco principal), el espacio disponible puede ser insuficiente.
Nota: eso puede pasara con discos duros de volumen superior que fueros sobrecargados con información. Una regla de sana gestión es evitar de poner información importante (personal o corporativa) en el disco principal: en caso de congestión, esta información está siempre en peligro.
Por su bienestar, guarda su información en dispositivos segundarios o externos, o almacenamiento (suficiente) en la nube. De no ser así, sepan que su información personal es de las primeras a ser sacrificada…

Impaciencia o crash inesperado
La impaciencia es menos probable que un “crash” sistema inesperado (se le va la luz, se cae su conexión Internet, su disco duro sufre un daño).
Un upgrade (que es en realidad lo que acaba de hacer Microsoft con Windows) es una operación que toma tiempo: consideran, para no ilusionarse, que pierden un día entero.
Una tal duración aumenta considerablemente el riesgo de una falla, después de la cual siempre existe el riesgo de que se pierda algo.
Fallas de Microsoft
Este caso siempre es posible en una minoría de los casos. Hubo, en el transcurso de los diez últimos años fallas identificadas de este editor.
Estas fallas son generalmente asociadas a materiales específicos (puede ser cualquier órgano de su PC). Cuando le pasa a uno, es un momento de intensa rabia, porque no hay nada que hacer, ni ninguna posibilidad de tener compensación.
Además, tales fallas son asociadas con la obligación de reinstalar completamente (AKA perder su información personal, una vez más).
La táctica la más eficaz con Microsoft es aprovechar el plan Microsoft Office 365 (sobre todo la versión “Hogar”), que viene con un almacenamiento en la nube “OneDrive” por máquina (hasta 6) de un terabyte, que justifica a él solo la inversión anual que representa.
Es la mejor táctica porque les permite almacenar una cantidad de información considerable que se vuelve responsabilidad de Microsoft…
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