Grado de dificultad: 1 (debería ser un “0”, pero parece que muchos todavía hesitan).
Columnista: Roberto
Tiempo de vacunarse
Sin obligación legal
Escribo el presente editorial el 17 de julio de 2021, un día antes de, por fin, recibir la vacuna contra COVID-19.
Esta vacuna llega tarde porque fui infectado por el virus hace un poco más de tres meses.
Nota: fue una experiencia dolorosa y asustadora, de la cual salí casi que sin secuelas. Lo digo con alivio, no con orgullo, porque es una aventura que no deseo a nadie.
En mi entorno, soy, entonces, uno de los últimos en cumplir con esta obligación moral y social. La precisión vale porque no hay, en #Colombia, ninguna obligación legal para vacunarse.
Preciso que considero muy desafortunada mi infección anterior. Sin hesitación, la hubiera evitado si las vacunas hubieran estado disponibles antes.
Argumentos incoherentes
Por desgracia, no todos piensan así. Por varias razones (ninguna que valga), un excesivo porcentaje de la gente no piensa vacunarse:
- Temor a las agujas. Esta es más frecuente de lo que se piensa. Esta fobia tiene orígenes oscuros y se esconde detrás de otros motivos.
¡Claro! ¿Cuál macho verraco admitirá que le asustan las agujas y los pinchazos?
- Creencia religiosa. Es una plaga que mata a la gente más eficientemente que malas prácticas medicales. Es tan vieja como vacunarse, e involucra a personas refractaria a la ciencia.
- Motivación política. Es la más contraproducente de las tres. Se hace llamar teoría de la conspiración o “atentado contra la libertad de elección”.
Según esta, estaríamos vigilados o adoctrinados en creer que las vacunas nos salvan. Adivinen qué: es cierto.
Valor, libertad y respeto
La “libertad de elección” de no vacunarse…
Sin embargo, el tema de la libertad de elección es interesante. ¿Qué opinar sobre el derecho a querer arriesgar su vida? Es un debate que merece ser abordado.
Noticas internacionales recientes nos informan que ciertos países europeos, sin obligar, toman medidas que se acercan a eso:
How vaccine-skeptic France and Germany came to support near-mandates
Cuando estos países son Alemania y Francia, eso llama la atención. Las protestas que estas decisiones provocaron también llaman la atención. No hay una posición intermedia.
Arriesgar a los demás no es coraje
Aquí está, entonces, mi punto de vista.
Los deportistas extremos son, típicamente, personas que adoran arriesgar su vida. Periódicamente, nos enteramos de la muerte violenta de uno de ellos.
Pero estos deportistas no arriesgan la vida de los demás ¿Cierto?
Al contrario, las personas que andan libres de protección para demostrar que son “verracas” no solo se arriesgan ellas.
Están arriesgando la vida de los demás, y muestran su desprecio por la comunidad. Resulta que “comunidad” significa que tenemos algo en común.
Una terrible estadística estadounidense reciente indica que el 99% de sus muertos actuales por COVID-19 no estaban vacunados.
99% of Americans Dying of Covid-19 Were Not Fully Vaccinated
Inspirar es mejor que obligar
… Pero estoy dando vueltas alrededor de la pregunta. ¿Se debería obligar la gente a vacunarse?
Es una dolorosa pregunta, y mal enfocada, porque no estoy (ni nadie en TMN) en posición de obligar a nadie.
Más bien, me inspira otra pregunta: ¿por qué los verracos les temen tanto a las agujas?
Podría decir que a partir de mañana eso no me importará. Sería mostrar desprecio hacia los que no quieren vacunarse.
Prefiero invitarlos a imitarnos: inspirar es mejor que obligar.
Es más: para protegerlos a ellos, continuaremos poniéndonos tapabocas.

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