Grado de dificultad: 1 (Hay una dificultad, de orden financiero)

Columnista: Roberto

TMN habla mucho de las plataformas de streaming: de Netflix, de Amazon Video, de YouTube Originals y de otras, moribundas o nacientes.

Parece que tenemos una cierta reticencia a hablar de HBO. “Full disclosure”, efectivamente tenemos reticencias.

Es bastante injusto, dado todo lo que esta venerable institución ha creado, y representa culturalmente.

Haremos, entonces, el ejercicio catártico de preguntarnos a nosotros mismos que nos molesta con HBO, que claramente no es la calidad de sus contenidos.

El efecto Game of Thrones

La disculpa perfecta

El 14 de abril de 2019 arranca sobre HBO la octava y última temporada de Game of Thrones, éxito central de este canal.

Siendo uno de los programas televisuales los más universalmente celebres, no vemos bien que podríamos decirles que no fuera cien veces ya dicho.

Sobre HBO en general, hay mucho más que decir. Todos conocen HBO y, sin embargo, no todos tienen suscripción.

Game of Thrones fue, estos últimos años, la oportunidad para todos los operadores de televisión, por cable o por satélite, de regalar, por unos días, el acceso gratis al famoso canal paga.

Es la táctica habitual para ganar unas suscripciones adicionales, aun sea para unos meses.

Eso dura hasta que la temporada se acabe. Luego, los suscriptores ocasionales consideran que, definitivamente, HBO es muy caro y que los programas nunca están visibles a una hora donde uno está disponible.

Síntoma de debilitación

Si lo piensan bien, depender de una sola producción estrella no es un síntoma de negocio sano.

Netflix y Amazon Video no tienen este problema: tienen varios programas (series, películas y documentales de producción “local”) entre los cuales uno elige, y se nota un flujo constante de novedades atractivas.

Una primera diferencia es que los suscriptores de estas plataformas se acostumbraron a elegir sus programas según sus gustos y a mirarlos a un ritmo muy diferente de los de la tele normal (#binje-watching).

Los espectadores de la televisión por cable (y de HBO), esperan la hora donde les toca.

Aguantan comerciales que cortan sus programas (no sobre HBO), y toman la costumbre de “canalear” (cambiar de canal repetidamente hasta que los comerciales se acaban, eventualmente abandonando el programa inicial).

Parte del problema, como se pueden dar cuenta, es que los nuevos espectadores prefieren, ahora, mirar los programas a su propio ritmo.

HBO GO

Un principio con debilidades

Logo HBO GO

Así nació HBO GO, la plataforma de streaming de HBO. El contenido propuesto es lujoso para los conocedores.

Sin embargo, comparándola con sus competidoras, esta plataforma tiene varias debilidades:

  • Su ausencia de los Smart TV hasta muy recientemente, ¿Por qué?
  • La discriminación que parece operar en contra de ciertas Android Boxes.
  • Su tiempo de respuesta extrañamente lento.

Sobre todo, es el modo de conexión que sorprende lo más: durante mucho tiempo fue estrictamente amarrado a la suscripción a un servicio de TV por cable: sin cable, no HBO GO.

El ascenso de Netflix y de Amazon Video logró, aparentemente a la fuerza, llevar los jefes de HBO a reconsiderar su posición restrictiva… más o menos.

Una evolución con reticencias

Hoy, en Colombia, hay tres maneras de conseguir una suscripción a HBO GO, sin tener que aguantar la agresividad de los servicios al cliente de los operadores de cable.

Aun así, son tres opciones “elípticas”:

  • Apple Store, desde un teléfono (¡Claro! HBO en alta definición se aprecia mejor sobre un smartphone…),
  • Google Play, también desde un teléfono (mismo comentario),
  • ETB (es un poco como ir a un supermercado comprar un medicamento porque solo se consigue en este almacén, por acuerdos de exclusividad con el laboratorio).

En los tres casos, el destino real de la suscripción a HBO GO es independiente de los datos de su celular o de la banda ancha de ETB (si tienen dificultades para entender, que sepan que no son los únicos).

HBO y su presente

Ahora que HBO hace parte de WarnerMedia (AKA AT&T), es fácil imaginar cual fue la principal pregunta de los ejecutivos de AT&T hacia su nueva subsidiaria: “¿Por qué, diablo, HBO está limitando el acceso a su fuente de ingreso la más valiosa hacia el futuro?”

Y accesoriamente, ¿Por qué dispersar el contenido entre un chorro de canales sobre el cable?

Hay también, por supuesto, el tema de la dependencia de una biblioteca de películas comerciales externas, que se volverán progresivamente más exclusivas con la aparición de Disney+ y de Apple TV+.

Parece que AT&T quiere hacer de HBO su marca central, lo cual es una buena noticia.

Un contenido lujoso

En la actualidad, frente a Netflix y a Amazon Video, es la única propuesta que aguanta la comparación, y para la cual el publico sea dispuesto a pagar una suscripción (a la condición que sea de un precio comparable: es más costoso por el momento).

Las películas son las de cartelera.

No que sea una ventaja decisiva por el declino del cinema convencional, pero es un argumento para los que se preguntan si todavía vale la pena ir al cine (les dejamos contestar individualmente a esta pregunta).

Sin embargo, el verdadero tesoro de HBO está en sus producciones originales, “Game of Thrones” es solo una.

Por cierto, nos gustaría que mejoren la ergonomía de búsqueda de contenido en HBO GO, porque todo está muy mal resaltado.

Los documentales y los programas de comediantes son de los más interesantes, hasta uno puede elegir su estilo: nosotros somos (mucho) más fans de John Oliver que de Bill Maher, pero pueden tener una opinión diferente…

Lo habrán entendido, en periodo de Game of Thrones, se puede disfrutar más que este solo icono, y hasta ver películas de cartelera (eviten The Avengers…)

HBO GO es algo que se discute: si Usted no considera que el precio lo vale, es muy probable que alguien en su entorno, sí…