Grado de dificultad: 2 (Conocido por los aficionados, totalmente nuevo para los demás)
Columnista: Roberto
Actualización de los PCs y disrupciones
Hace poco, TMN realizó el makeover de uno de sus PC. La nueva máquina va muy bien, gracias.
No hemos visto ni la primera pantalla azul, aunque, sí, hemos vistos efectos colaterales que confirman que una disrupción tecnológica tuvo lugar en los dos últimos años.
Parece, entre otras evoluciones poco publicadas, que la interfaz HDMI también evolucionó. Es más importante de lo que parece: el modo de conexión preferido de nuestros televisores es esta interfaz.
La nueva norma es HDMI 2.1. Aunque sea oficialmente compatible con las anteriores, sepan que su enfoque es sobre la definición de imagen UHD (o 4K según su preferencia).
Para hablar más claro, cuando (noten que no dijimos “si”) cambien de televisor, verifiquen bien que se trata de un aparato de última generación (preferentemente 2019).
Si no es así, podrían tener algunos inconvenientes si usan un tal televisor como monitor para su PC Desktop preferido (AKA perdida de la sincronización entre tarjeta gráfica y tele, y obligación de reiniciar su PC).
La evolución más interesante
La interfaz PCI Express, la que, en la actualidad, sirve esencialmente para conectar la tarjeta gráfica, entra en su iteración número 4.
Nota: se trata de la disponibilidad comercial de esta norma, materializada, en el mundo AMD, por un nuevo chipset llamado X570. En especificaciones, ya trabajan sobre las iteraciones 5 y 6.
Lo que cambia principalmente es la velocidad de transferencia sobre el Bus interno. La pregunta interesante es ¿por qué necesitan aumentar la velocidad de esta interfaz, ya bastante rápida?
Respuesta 1: la definición de imagen que se suele usar, desde ya, en un televisor UHD de 43 pulgadas (AKA la nueva norma para un monitor de PC Desktop de Gamer) es de 3840 pixeles de ancho por 2160 pixeles de alto.
Eso requiere una velocidad de procesamiento y de transferencia muy alta para su tarjeta gráfica y, sí, explica porque HDMI evolucionó.
Respuesta 2: PCI Express maneja un nuevo tipo de conector, llamado M.2 (no olvidar el punto).
Este conector permite conectar un módulo SSD, cuya capacidad, en este momento, alcanza 2 terabytes (el tamaño ideal para un disco duro principal).
Es el propósito especifico de esta nueva interfaz: hacer desaparecer los discos duros convencionales (HDD), y reservar el bus SATA para el almacenamiento de alta capacidad (en SSD también).


Justificación de esta evolución
En el capítulo anterior, sugerimos, entre paréntesis, que 2 terabytes era el tamaño ideal para un disco principal.
Es un planteamiento atrevido: en realidad, asumimos que el sistema operativo era Microsoft Windows (el más voluminoso), y que el usuario era un gamer que tenga varias aplicaciones pesadas (juegos y otras).
En condiciones menos extremas, un SSD de 1 terabyte sería suficiente.
Indirectamente, hemos hecho otra asunción: que tenga sus datos personales almacenados en otro medio (AKA otro SSD de alta capacidad y/o una cuenta de almacenamiento en la nube).
Desvanecimiento de la frontera entre Desktop y Laptop
El tamaño reducido de los módulos SSD M.2 tiene su origen en las dificultades de manejar el almacenamiento en los laptops (tamaño, consumo, generación de calor).
Dado que la tendencia es a la miniaturización en los componentes electrónicos (es el caso de la memoria), la tradición de los discos duros se estaba volviendo un anacronismo.
Es, además, mucho más seductor ver desaparecer visualmente el disco duro, en los usos sencillos, de un PC Desktop.
Típicamente, el SSD principal se encontrará escondido debajo de la tarjeta gráfica.
Nota: el tamaño de las cajas de unidades SSD SATA es puramente cultural.
En realidad, estas unidades son del mismo tamaño que los módulos en formato M.2, para esconder la evidencia de que son mucho más eficientes que los viejos discos duros.
Velocidad de transferencia
La velocidad de transferencia entre el SSD y el northbridge/procesador es muy superior (entre 4 y 10 veces más rápido que un disco duro conectado por SATA), y no sufre de problemas de fragmentación como los HDD.
Son elementos claves con Microsoft Windows, y no nos sorprendería que esta corporación esté promocionando esta evolución.
Choque cultural y disrupción tecnológica
La pelea que mantienen entre discos duros convencionales (HDD) y módulos SSD es, en la actualidad, completamente artificial.
La realidad es que, físicamente y hoy, los SSD podrían mandar los discos duros al olvido, de la misma manera que las llaves USB hicieron desaparecer los CDs y DVDs.
Es el significado de la política de los precios que se practican a nivel internacional: no tiene otra justificación que la de ayudar a las fabricas de discos duros a sobrevivir un poco más.
Las nuevas generaciones de motherboards lo indican claramente: muchas redujeron el número de puertos SATA.
En el futuro, el almacenamiento necesitará menos unidades de mayor capacidad y de tamaño inferior (AKA todo estará en SSD).
Sin embargo, la disrupción tarda en producirse.
Muchos esperan que el precio de los SSD baje para actualizar su almacenamiento.
No se sabe cuándo ocurrirá eso. Algunos pretenden que será al final del año 2019.
¿Será? Sin eso, los problemas de almacenamiento esperaran “otro poquito más”.
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