Grado de dificultad: 1 (En realidad, es más si uno no es aficionado de Fútbol)
Columnista: Jonathan
Se viene uno de los partidos de fútbol más importantes, con más dramatismo e interés mediático de los últimos tiempos.
Se dice que solo una final de Champions entre Barcelona y Real Madrid, en cuanto a clubes, o un Argentina – Brasil, en la final de un mundial, podrían opacar lo que se viene a mediados de noviembre.
Y es que la efervescencia producida por la rivalidad entre River y Boca va más allá del partido como tal. Juega la pasión, el honor, dos barrios en constante rivalidad, algo similar a la épica Shakesperiana entre los Montesco y los Capuleto.
El partido viene con varios matices, desde aquella definición por escritorio por el olvidable acontecimiento del gas pimienta; Pero sobre todo por quejas del equipo perdedor en semifinales con River.
Aparte de lo sucedido con el técnico del equipo argentino (eso no lo voy a agrandar acá, porque no da a lugar), había una queja del mal uso del VAR (Video Assistant Referee) por la validación del primer gol del equipo argentino, que aparentemente fue con la mano.
También en Suramérica, en el campeonato B de la Conmuevo, la suramericana en el partido entre Independiente Santa fe y Deportivo Cali, el primer partido se definió con varios fallos arbitrales ocasionados por el VAR.
En Colombia, los directivos de la DIMAYOR, insisten en que en el campeonato local para la próxima temporada, se tendrá el VAR en los estadios colombianos.
¿Tecnología?
Aquí es donde entramos nosotros, desde nuestro punto de vista nerd, a debatir sobre el VAR como aplicación en el fútbol. Y es que se ha suscitado un debate fuerte, acerca del uso de tecnología en el fútbol, para evitar “injusticias”.
Cuando se inició el debate, me imagine a los jugadores y balones llenos de sensores, jueces de línea con banderines o gafas láser, pero no… El debate se centró en usar televisores, nada más y nada menos que televisores.
El VAR, como su nombre lo indica no más que una reproducción de vídeo, de varias cámaras en una sala de vídeo, la cual es operada por otros jueces (seres humanos) con sentimientos, emociones y percepciones diferentes.
Ahí me pregunto, ¿Uso de tecnología?, desde el sentido etimológico de la palabra, podríamos decir que si, de acuerdo a la definición de Vigilo quien decía que la tecnología era “principios, procesos y nomenclaturas de las artes más famosas, particularmente aquellas que involucran aplicaciones de la ciencia, y que pueden ser consideradas útiles, promoviendo el beneficio de la sociedad, junto con el emolumento de aquellos que las persiguen“.
Así que podríamos decir que, en el caso del VAR, se aplicó la ciencia del vídeo, el cual ya era útil, promoviendo el beneficio de la justicia en uno de los deportes que genera más dividendos tanto monetarios (así sea solo para algunos) como emocionales.
El Ojo de halcón
Pero, la tecnología va ligada a la innovación, y esta aplicación no tiene nada de innovadora, desde mi punto de vista (el cual es debatible y, en sí, es el objetivo del articulo) es una fea copia del ojo de halcón del tenis o del criquet (sí, leyó bien, el criquet que solo lo juegan los ingleses y los hindúes).

Es fea copia, porque el ojo de halcón es un juego de 10 cámaras de vídeo que envían información a un SOFTWARE, y se determina, por medio de dicho algoritmo si la bola entró o salió del campo. Como se ve, no hay manipulación humana, no se toman decisiones por percepciones, se toma la realidad.
Claro, usted, apreciado lector, dirá “pero es en un solo tipo de jugadas, el fútbol al ser deporte de contacto, no puede entrar a competir con un deporte donde la discusión es si la bola entro o no”, tendrá toda la razón, y un acuerdo total de mí parte.
Pero como lo dije anteriormente, el VAR es una fea copia de una tecnología de 2016, donde se siguen presentando polémicas, por la sencilla razón que se sigue involucrando la percepción humana.
Considero que la FIFA, como organismo regulador y con los millones que recibe, está en duda. No vender humo (expresión usada en el argot futbolístico) y realmente apropiarse de la tecnología, hasta el punto de su definición etimológica de promover el beneficio de la sociedad, no es costoso, no requiere grandes estudios de investigación, sensores, software, láser, drones, cámaras de vídeo, que se yo.
La tecnología está ahí para ser usada, aplicada al beneficio de la justicia, sin sacrificar el honor de la familia de los de negro.
Hacer(lo) Mejor
En una de sus conferencias, Craig Groeschel manifiesta que no debemos hacer muchas cosas bien, sino hacer en lo que seamos mejores.
Él lo define como enfoque láser, y esto lo respalda la sabiduría popular “El que mucho abarca, poco aprieta”, y es precisamente lo que está pasando en el fútbol y la aplicación de tecnología.
Si bien son muchas las quejas por las “injusticias” en dictámenes arbitrales, la solución es enfocarse en una sola y abolir la injusticia de ese constante fallo, cuando se logre el objetivo, se pasará al siguiente.
Pero si se sigue pensando que el VAR es la solución, seguirá recibiendo un sinfín de quejas, y se seguirán presentando injusticias.

Jonathan regresará para continuar su artículo sobre las Apps y los Relojes conectados (falta hablar de los relojes).
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