Grado de dificultad: 2 (Hay complejidad en la fabricación de ciertos chips, no de todos…)
Columnista: Roberto
La toxicidad de una forma de negocio
Ustedes, lectores de TMN, ya han probablemente leído un artículo sobre la escasez de microcomponentes electrónicos.
A continuación, les indicamos varios ejemplos (entre muchos):
- El porqué de la escasez repentina de chips y cómo está impactando en la economía real,
- You’ll Probably Have to Put Your Next PC Build on Hold as the Chip Shortage Continues Unabated,
- La escasez de chips amenaza la recuperación y abre una carrera entre potencias,
- La crisis de los semiconductores es la consecuencia de una tormenta perfecta: por qué no es tan fácil resolverla simplemente fabricando más chips,
- La escasez de chips ha retrasado ya la fabricación de 500.000 vehículos.
Leídos con atención, contienen los elementos importantes, aunque expresado de manera muy diplomática.
Vamos a describir la situación en términos más crudos. Se tratará, una vez más, de la toxicidad de una forma de negocio.
Una escasez no tan misteriosa
Empezó hace casi treinta años
Empecemos por el único argumento legítimo (a nuestro modo de ver).
El público tiene de la Electrónica una visión de los años 70: componentes discretos, soldados con Cautín en un circuito impreso.

Industrialmente, esta versión “vintage” dejó de existir en los años 80. Los componentes se volvieron “SMD”, reduciendo el tamaño de los circuitos impresos y las técnicas de soldadura.
Luego, al inicio de los 90, la Electrónica conoció otra disrupción: los electrónicos empezaron a diseñar directamente sobre sustrato de silicio. Es decir, ya llevamos casi treinta años en eso.
Hoy, los chips son la esencia de la Electrónica, con unos pocos componentes alrededor (condensadores, elementos de potencia). Los diseñadores reemplazaron el cautín (no completamente) por el computador y la tableta digitalizadora.
Así que su “escasez” tiene un origen casi universal en la disciplina.
Culpables perfectos y preguntas cándidas
A partir de acá, las cosas dejan de ser tan legítimas.
Hay culpables perfectos para la escasez que se “descubrió” recientemente:
- la pandemia (¡claro!) porque las fábricas tuvieron que cerrar para evitar la propagación.
- La minería de criptomonedas, que contaminó toda la cadena de compra. Es cierto … Para un cierto tipo de equipo.
- Por la pandemia (otra vez) se hubiera disparado la demanda en chips. Esta disculpa es dudosa.
Todo está muy bien, hasta que se formulen preguntas venenosas cándidas.
- ¿Los chips se fabrican todos en el mismo lugar?
- ¿No se podía prever esta escasez?
- ¿Todos los chips están escasos?
Respuesta
A la primera pregunta (¿Se fabrican todos en el mismo lugar?), la respuesta es “SÍ”. No es que sea una sola fábrica ni solo un país; sin embargo, se trata del sureste asiático.
Estamos hablando de las Filipinas, de Singapur, de Corea del Sur, de Vietnam, de Taiwan, de China.
Estos países fueron duramente afectados por COVID-19, pero ¿quién no lo fue?
La razón principal de esta concentración es que se trata de una zona con mano de obra productiva y muy barata.
¿Es esta mano de obra más productiva que en otros lugares? Esa es una muy buena pregunta.
Y más respuestas
A la segunda pregunta (¿No se podía prever esta escasez?), la respuesta es, por supuesto, un gigantesco “Sí”. En realidad, COVID-19 solo aceleró (y no mucho) una tendencia conocida desde hace mucho tiempo.
La respuesta a la tercera pregunta (¿Todos los chips están escasos?) empieza a desvelar una fea realidad.
Esta respuesta es “No: los más rentables (precio alto frente a su costo) pasan primero”.
No todos los chips son de fabricación compleja…
Fabricantes escasos = escasez por diseño
Las palabras clave de este universo son tacañería, pereza intelectual, codicia.
De un lado, está la costumbre de hacer fabricar en el sureste asiático, porque “es más barato por cantidades”. El “factor de escala” baja los precios cuando la fabricación está concentrada en una fábrica grande.
Es el mismo principio que el de construir barcos gigantescos y llenarlos de contenedores vacíos:
Del otro lado, las fábricas tienen la misma costumbre de maximizar las ganancias.
En casos “imprevistos” (#Pandemia), los mismos intereses se vuelven conflictos: con fabricantes escasos, la escasez ya existe desde un principio.
El cómodo paradigma de los chips
La solución a tales conflictos es hacer pagar el sobrecosto al consumidor final … Convenciéndolo de lo que podrán leer en los artículos anteriores.
Pero este usuario final no tiene por qué aceptar pagar más por una compra que, simplemente, puede esperar. Nosotros también sabemos optimizar nuestros gastos.
Fácil: resulta que tenemos menos plata por la pandemia.
Es posible, sin embargo, que esta crisis previsible provoqué una disrupción en este cómodo paradigma.
Oficialmente, son muy pocos los fabricantes capaces de concretizar diseños complejos (TSMC y Samsung).
En realidad, se trata de un círculo vicioso. Lo que se necesitaría es que ciertos actores de este psicodrama se pellizquen y rompan esta dependencia.
Es más posible de lo que sugieren los análisis actuales.
AMD estuvo mucho tiempo detrás de Intel, hasta que desarrollaron su procesador RYZEN…
… Y no todos los chips son de fabricación compleja.
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