Grado de dificultad: 1 a 2 (La compatibilidad de las financias con la creación no es un tema sencillo)

Columnista: Roberto

Se acabó Game of Thrones

Fin de una era

El domingo 19 de mayo de 2019, HBO difundió el último episodio del éxito el más grande de su historia.

Nota: No lo intenten, no revelaremos nada sobre lo que pasa en este episodio. Si quieren realmente saber, véanlo.

Es lo que sigue esta conclusión que nos interesa (en este artículo, porque, sí, estaremos todos mirando).

Dos semanas antes de este final, John Oliver, el payaso devastador de HBO, dijo en uno de sus monólogos que “in two weeks from now, this channel is fucked”.

Como en todo lo que dice este nerdo, hay algo de cierto. A parte de Westworld, que no reaparecerá antes del año próximo, no hay nada que capte la atención tanto como Game of Thrones en HBO.

Ya les hemos sugerido interesarse a Last Week Tonight, donde John Oliver destroza un pedazo del universo artificial del postmodernismo. Pero la audiencia de este programa está lejos de los dos anteriores.

Es más: ahora que AT&T es dueña de la cadena, a través del conglomerado WarnerMedia, de orientación netamente Republicana, es posible que los nuevos dueños estén menos favorables a la “libertad de tono”.

Canal+ clon europeo de HBO

Un caso similar ocurrió en Europa, con el grupo Canal+, un canal por suscripción muy conocido, cuando paso a hacer parte de Vivendi.

El accionario principal, Vincent Bolloré, un conservador autoritario (pero exitoso hasta esta operación), decidió terminar todos los programas a connotación satírica, sarcástica o crítica.

Vincent Bolloré - origen desconocido

En menos de 3 años, la cadena perdió más de 1 millón de suscriptores en su país de origen, dando una demostración espectacular de la incompatibilidad entre un manejo de financiero y la dinámica de creación.

https://www.businessinsider.fr/canal-france-a-perdu-un-nombre-important-abonnes-depuis-2015-comment-la-strategie-de-vincent-bollore-a-completement-echoue-face-a-netflix

La evocación de este caso no es casual: Canal+ era, antes de 2015, una fiel copia del modelo de HBO, y el cambio de dirección que conoce, ahora, HBO presenta una gran semejanza.

HBO y AT&T

Del punto de vista financiero, la situación de HBO es buena. Sin embargo, parece que los nuevos dueños quieren más de esta cadena.

Oficialmente quieren que sea la joya central de una plataforma de streaming que quieren crear, pero consideran que el volumen de contenido de HBO debe aumentar:

https://www.theverge.com/2019/3/4/18250075/att-restructures-warnermedia-hbo-turner-streaming

https://www.wired.com/story/departure-hbos-boss-reveals-atandts-plan-empire/

https://deadline.com/2019/02/hbo-programming-expanded-2019-dont-expect-exponential-growth-1202553380/

Eso es el discurso oficial. Sin embargo, la renuncia del CEO icónico de HBO, Richard Plepler, podría indicar más que eso, y uno piensa inmediatamente en el caso de Canal+.

Robert Plepler - Origen New York Times

El aumento del volumen de contenido podría acompañarse de una exigencia de “respeto” y de “pudor” más “conservadora” (cuya consecuencia sería de espantar los suscriptores habituales de HBO).

El cambio de dirección coincide con el final de GoT, periodo interesante porque es de riesgos grandes.

AT&T, gran líder de las telecomunicaciones en Estados Unidos, es uno de los lobbies que empujo la supresión de la neutralidad de Internet (ver nuestro artículo “Starlink empieza”).

Un calculo financiero podría ser él de favorecer contenidos como los de HBO en las redes estadounidenses, jugada arriesgada porque sería notada, y porque los gustos de los espectadores no funcionan así…

La salida de John Oliver sería una muy mala señal.

Finanzas, creación y los espectadores

Dudas sobre los cálculos financieros

El financiero no es el que decide del rendimiento de la creación.

HBO estaba estructurada alrededor de la noción antigua de difusión sobre un canal. En consecuencia, la producción no sobrepasaba lo que cabe en este formato.

Cambiar de concepto para hablar de plataforma de streaming cambia completamente la escala y la complejidad del reto. Los ejemplo y adversarios son bien conocidos: se llaman Netflix y Amazon Prime.

Los canales de origen “cable” sufren de la misma debilidad: la cantidad suele matar a la calidad, además de deber luchar todos contra un mismo enemigo que se vino reforzando.

En otros términos, llamarse AT&T puede no ser suficiente para luchar contra una empresa que tiene 10 años de ventaja en experiencia y consolidación de contenidos.

Disney+, Apple TV+ y WarnerMedia (AKA AT&T), son muchas propuestas nuevas, para una población que no existe todavía: hacer muchos anuncios no significa que los resultados convencerán a los espectadores.

Los creadores y sus espectadores

Creación y esclavitud son dos cosas difícilmente compatibles, el ejemplo de Canal + en Francia puede servir de ejemplo y de advertencia.

Luego, parece que no solo creadores sino artistas se estén pasando a Netflix, síntoma de que un ambiente y una latitud de trabajo favorables se consiguen allí.

Contratar estrellas (ejemplo de Big Little Lies en HBO), no obligatoriamente es garantía de éxito ni de calidad.

Nota: lo anterior es muy severo por Big Little Lies, que llega a su segunda temporada y que nos parece un logro.

Además, si la gente ya tiene una o dos suscripciones, se trata de justificar un gasto adicional. Y resulta que existe una histéresis importante antes de que uno decide cancelar una.

Podría ser, sin embargo, que el fenómeno de la perdida de interés por las cadenas de TV por cable sea más adelantado de lo publicado. Eso liberaría el presupuesto de los televidentes de una carga elevada …

Las peleas de poder en la televisión son más bravas que las de Westeros.