Grado de dificultad: 1 (Lo único difícil es reconocer cuando uno eligió el lado equivocado de la sociedad)
Columnista: Roberto
Este texto me costó más de lo que pensaba cuando encontré sobre la marcha que me faltaba algo. Pero terminé entendiendo (¿aceptando?) una realidad de la cual no tenía consciencia.
Es una cosa escuchar a mi gran amigo Emmanuel Macron decir:
Es otra, totalmente distinta, recibir la cachetada confirmación de mi propio lugar (entre la gente que no es nada).
Una pobre billonaria llamada Kylie
Kylie, amiga del medio ambiente
The Onion acaba de publicar un interesante artículo sobre Kylie Jenner …
Kylie Jenner Criticized For Taking 12-Minute Flight On Private Endangered Whooping Crane
Para los cavernícolas (como yo) que no la conocen, hasta le dedicaron un artículo en Wikipedia:

Nuestros lectores pueden tranquilizarse: el artículo de The Onion es solo una broma. De ninguna manera esta señorita podría volar sobre las alas de una grulla, es demasiada gorda pesada (para el animal).
Efectivamente, solo voló en su avión personal. O sea, ¿ni siquiera puede volar en su avión por 12 minutos? ¡Qué exageración, por Dios!
“You wanna take mine or yours?”
Ella hizo una pregunta en Instagram:
“You wanna take mine or yours?”
¡Obvio, estaba hablando de sus aviones! ¿Y no se ven tiernos, ambos?
Después del alboroto que se generó, la respuesta a su pregunta es obvia:
“En el avión de él”, para que no la sigan humillando.
¡Como si fuera la única! Entiéndanlo: es “tendencia”. Todos los jóvenes influenciadores lo hacen.
¿Tendrían su avión propio y no lo podrían usar? Incluso a veces hasta lo prestan a otros y aun así los siguen regañando:

Lo que, hoy, nos gobierna
Dejémonos de sarcasmos (aunque el artículo de The Onion nos parezca muy gracioso).
Lo que entendemos es que estamos en verano y que son las noticias que la gente quiere leer. Y, mejor aún, son las que generan más mensajes en redes sociales.
Ni estas Personalidades del Jet Set ni sus seguidores se preocupan por el medio ambiente.
Eso, por supuesto, no atenúa
- ¿La inconsciencia?
- ¿El egoísmo?
- ¿La pereza?
de esta minúscula fracción de la sociedad.
Lo que revela tal chisme noticia es la superficialidad que pretende gobernarnos. ¡Y que lo logra!
Los influenciadores están convencidos de su genialidad, y sus seguidores creen hacer parte de un movimiento real.
La nueva normalidad
Diploma de superficialidad
Es nuestra nueva normalidad. Hace algún tiempo, participe en una “capacitación” de “Ciudadanía Digital”:
Digital Citizens and the tradition of lies
Más allá de la simple curiosidad, la percibí como una obligación, algo que me pedirían en el futuro.
En esa oportunidad, pude medir que tan superficial era el mundo que las redes sociales nos están imponiendo. La meta de hoy es contar nuestros seguidores.
Influenciador mata a postgrado
Pero no es el único caso. Mis jóvenes colegas tienen que añadir algo a su diploma de ingeniería, que, por sí, no vale nada.
Se inscriben en postgrados llamados MBA, PMP, Scrum Master, Derecho de Telecomunicaciones. Ninguno de esos los ayudara en su profesión inicial. Más bien, los alejará de lo que los apasionó.
Miren, por ejemplo, estos ingenieros de SpaceX: ¿Vale algo, su trabajo? No: solo vale Elon Musk, su dueño.
Los médicos seguirán en la lista. Como dijo el poeta (Martin Niemoller): “Primero vinieron …”
Porque los nerdos no tienen seguidores (ni aviones privados).
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