Grado de dificultad: 2 (Los puzles son, a la vez, una disciplina y una afición).
Columnista: Roberto
Hace, ahora, casi un mes que llevamos encerrados. Por supuesto aparecen señales de desespero…
Es el momento donde me doy cuenta de que, definitivamente, soy un ermitaño (en ciertos aspectos).
Tal vez han escuchado este sarcasmo: “te das cuenta de que tan ermitaño eres cuando, en tiempos de cuarentena, no ves la diferencia”.
El ermitaño tiene lejana semejanza con los nerdos (#TMN) …
Los juegos no video
En tiempo de cuarentena (¡sí, lo sé, repetirlo no mejora la situación!), jugar es una de las principales opciones.
No me refiero solo a los videojuegos: es el momento de sacar de la bodega las cajas de juegos de mesa.
Reconozco que no participo mucho en estos juegos “sociales” de mesa.
Lo hago, muy de vez en cuando, para tranquilizar a mis cercanos: para que no me vean como más raro aun de lo que soy.
Pero no es mi “taza de té”. Cambié del “azul” al “morado”, sin pretender llegar a ser rojo intenso.
Tuve, sin embargo, mi instante de gloria, recientemente, cuando alguien sacó un puzle.
“Rompecabezas” es un término genérico que cubre muchos temas, desde el “Rubik Cube” hasta el Sudoku.
El puzle es un tipo de juego tradicional, que se recomienda a niños de edad temprana para acostumbrarlos a armar imágenes con piezas.

Este puzle sencillo, por ejemplo, tiene 35 piezas. Es un ejercicio de coordinación intelectual
Luego, algunos se antojan de este tipo de rompecabezas, un juego que se consigue en librerías más que en tiendas de juegos.
La complejidad de los puzles propuestos a aficionados va, típicamente, desde 500 piezas hasta 3000.
Se encuentran, sin embargo, casos con tamaños y complejidades superiores: 5000 o hasta más de 10000 piezas.
Para asustarlos un poco, encontré en YouTube la siguiente monstruosidad: ¡42000 piezas!
Video conseguido en la página YouTube de Andre F
Los puzles, rica diversión que descubrir
Un puzle “de dificultad baja”
El puzle que se pusieron a armar en mi casa era relativamente pequeño: 500 piezas.
No participé, inicialmente, por estar pegado a mi computador, escribiendo un artículo.
Les hice las recomendaciones básicas:
- Buscar los bordes para armar el marco,
- Guardar los grupos de piezas ya armados (suele pasar, cuando, en fabrica, ponen el puzle en su bolsa de plástico,
- Y, sobre todo, no dispersar las piezas: un puzle al cual le falta una pieza genera una sensación de fracaso intenso.
Después de varias horas, fui a ver cómo iban, por curiosidad. No les fue mal: habían armado todo el marco.
Pero la parte interna les dio mucho más duro: estaban trancados.
Les di, entonces, otros consejos:
- Buscar en la imagen los motivos fácilmente identificables (zonas grandes enteramente amarilla o negra)
- Acostumbrarse a identificar lo que aparece sobre una pieza, para ponerla en la mitad del puzle.
Como lo pueden adivinar, terminé armándolo completamente, porque, al verme avanzar, todos se avergonzaron.
Consejos adicionales
Tal vez tengan en la mente esta leyenda que muestran en películas: un niño autista armando un puzle “boca abajo”, solo con las formas de las piezas.
Tranquilícense, es solo eso: una leyenda hollywoodense.
Los que arman los puzles son gente normal que disfrutan ver las imágenes.
Hay tácticas que suelo usar, sin pretender ser un experto en la materia (como el loco del video anterior).
Aparte de las tácticas que ya indiqué, que sirven para iniciar el juego y llenar, aproximadamente, la mitad de una imagen.
La regla será “dejar el juego en el momento que uno se desespera, y regresar luego”: es un pasatiempo, no una tortura.
Sean muy prudentes: muchas piezas se parecen.
Cuando tengan dudas, al momento de enganchar dos piezas, miren por la parte de atrás si hay espacios de luz.
Eso les evita dejar errores en el trabajo, que generarán, luego, confusión.
Las formas de piezas
Llegará la fase donde todos los motivos identificables están puestos.
Solo quedan las zonas del puzle de color difícilmente identificables.
A partir de este momento, tocó trabajar con las formas de las fichas. Es menos complicado de lo que parece.
Podrían pensar que todas las piezas tienen la forma siguiente:

Es, efectivamente, la más frecuente en los puzles. Sin embargo, las formas básicas son más variadas:

Es una de las tácticas que suelo usar: separar las piezas por tipos de formas cuando se complica la identificación de imagen.
Finalmente, al contrario de lo que sugieren las ilustraciones anteriores, las piezas no tienen formas simétricas:
Unas tendrán unas “patas gordas” y otras más pequeñas.
Otras se distinguirán por el tamaño y la forma de las bolitas.
Y, finalmente, ciertas piezas son más grandes que otras.
Al final del juego, siempre tengo la misma angustia: ¿será que falta una pieza?
Esta decepción me paso solo una vez, con un puzle ya abierto que me puse a rearmar.
Tranquilícense, no perdí la compostura como pasa en la película “The Accountant”. Solo quedé decepcionado, un poco.
Video conseguido en el canal YouTube MovieClips Trailers
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