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Columnista: Redacción
Llegan, por fin, las vacunas
Parece que las vacunas contra COVID-19 están a punto de llegar a Colombia:
A 10 días del inicio del plan, ¿cómo va la llegada de vacunas al país?
Tuvimos serias dudas sobre la veracidad de esta promesa. La errática forma de comunicar y el comportamiento acaparador de países desarrollados alimentaron nuestras dudas.
Vacunas COVID-19: Cómo conseguirlas
¿Será que expresar nuestras dudas ayudó en este desenlace? ¿Tuvieron su efecto los señalamientos en contra del fariseo egoísmo de los países ricos?
Podría ser también (esta es perversa) por el anuncio de la alta eficiencia de una vacuna rusa que nadie esperaba.
La vacuna “Sputnik V” contrarrestaría la condescendencia de los occidentales, que se volverían más accesibles a la negociación.
How Russian biotech trampled protocols and challenged the West in race for Sputnik V vaccine
O podría ser una combinación de todas las anteriores, pero eso ya no importa.
Los tapabocas se quedarán
¿Portadores asintomáticos?
Estamos entrando en una nueva fase que durará, aparentemente, hasta 2022.
Las advertencias recibidas son de vacunarse y, sin embargo, de seguir poniéndose el tapabocas.
5 Reasons to Wear a Mask Even After You’re Vaccinated
¿La razón principal? Nadie sabe si las vacunas impiden que uno se vuelva “portador asintomático”. Esta situación será muy difícil a explicar a los escépticos y a los despreocupados (que son generalmente portadores asintomáticos).
Podríamos decir que “al final, es problema de ellos”, lo cual sería comportarse con igual egoísmo.
Sería, además, contraproducente: contribuiría a mantener focos de infección. Pero la realidad es que muy poco podemos contra la estupidez y el egoísmo.
La cultura del tapabocas
O podríamos volver el tapabocas una costumbre social … Que deberíamos haber adoptado hace mucho tiempo.
Es un tema cultural y geográfico.
Face Mask Culture Common in East, New to West
Los asiáticos incluyeron el tapabocas en sus costumbres por razones tanto sociales como ambientales (sirve para protegerse de la polución).
Obviamente, también, sirve para señalar cuando estamos enfermos y contagiosos. Es una muestra de respeto y de civilidad en culturas que valoran estos comportamientos (es decir, no como aquí).
No ponerse el tapabocas, en este momento, es una demostración de desprecio. Este desprecio, reconozcámoslo, todos lo hemos mostrado en cierto grado.
Esta nueva costumbre, lección de la pandemia, podría establecerse progresivamente (enseñar por imitación).
Nadie quieres ser percibido como el malo del paseo (a menos de ser un psicópata). Y resulta que no hay nada más visible que una máscara tapando la mitad de una cara.
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