Grado de dificultad: 1 (Porque permanece la pregunta central: ¿smart TV o sala oscura?).
Columnista: Roberto
En este artículo, solo doy mi opinión personal, con la cual pueden no estar de acuerdo. ¿Han notado la importancia de los villanos en las historias?
Un estreno esperado
¿Ir a ver “Wonder Woman 1984”?
Evoqué esta película en artículos anteriores:
Mientras tanto, “Wonder Woman 1984” se estrenó, como regalo de Warner Bros. para Navidad.
La película era simbólica desde antes de su salida, y no por sus calidades cinematográficas (que me generaban dudas).
Era el primer caso de una estrategia mortífera de Warner: estrenar películas simultáneamente en plataforma y en salas. ¡Suerte a las salas!
Usándola para artículos, adquirí la obligación de verla cuando saliera… Podrán notar que no dije “ir a verla”.
Para empezar, no iría ahora a una sala de cinema, aunque las grandes cadenas me inviten a hacerlo.
Después de vacunarme siquiera, será una posibilidad remota: estoy de acuerdo con la decisión de Warner.
Una obligación moral
Mi opinión preliminar sobre “Wonder Woman 1984” no era buena, segundo argumento en contra de verla.
Sin embargo, tuve la oportunidad, gracia a un VPN y a una invitación, de visionarla en HBO Max.

Eso suele suavizar los ánimos más bravos.
Para que sepan, ¡la película es larga! Al iniciar su visualización, me di cuenta de que duraba dos horas y media.
Bueno, lo voy a decir de entrada, para liberarme:
¿A quién se le ocurrió que Gal Gadot era buena actriz? Repetírnoslo mil veces no lo hará real.
Fin de la diatriba.
Wonder Woman, personaje secundario
Los villanos son “buenos” AKA creíbles
Por fortuna, hay dos buenas ideas en “Wonder Woman 1984”: Kristen Wiig y Pedro Pascal.


En historias “simples” que necesitan personajes malos, es importante que estos sean bien actuados. Si no es así, el fracaso está asegurado.
En el presente caso, ambos actores logran lo cometido: son temibles y con matices contradictorios.
Del lado de las guerreras amazonas, Robyn Wright muestra una amazona más creíble y temible que la protagonista… Con solo pocos minutos de aparición.
La joven actriz (Lilly Aspell) que personifica a Diana en su niñez da una imagen graciosa del carácter.
Mi veredicto: aceptable
La obra final es aceptable. Curiosamente no lo es por sus escenas de acción, inútilmente largas y espectaculares.
Hasta se atrevieron en hacer volar a Diana Prince, estilo Superman…

La historia hubiera estado mejor lograda con una mejor actuación de los dos protagonistas.
No quisiera que piensen que solo tengo algo en contra de Gal Gadot. Aquí, Chris Pines tampoco convence (estuvo más inspirado en otras oportunidades).
Aun así, como lo dije, esta película no es mala. No sentí ganas de abandonar la historia antes de su final…
… En forma de guiño: un personaje muy popular aparece en una escena “Postcreditos”.
Sin embargo, no estoy seguro de que justifiqué desplazarse hasta una sala. Diría que es para ver en casa.
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