Grado de dificultad: 2 (Porque no sabemos bien cómo explicar nuestra percepción de una crisis)

Columnista: Roberto

Un editorial para animarnos sobre una actualidad desalentadora. Acompáñennos en este ensayo aparentemente sin interés.

TMN, un caminante lleno de dudas

Nuestro proceso de creación

En TMN, el proceso de creación y de escritura es una mezcla de varios elementos:

  • Periodismo (sin que seamos periodistas), porque nuestra fuente está en las noticias,
  • Inspiración (no todas las noticias nos interesan),
  • Nuestras ideas propias sobre los temas,
  • Encontrar un enfoque específico (o así lo tratamos de hacer …)

Temas difícilmente evitables

Nuestros lectores más asiduos habrán notado que, ultimamente, publicamos menos artículos … Se debe a que temas tóxicos ocupan la pantalla inicial de los grandes periódicos.

Hay mucho que decir sobre estos temas difícilmente evitables (sin que sean excitantes).

La guerra en Ucrania es uno de ellos, y es un tema que seguimos, aunque como espectadores.

Al respecto, no es tanto el lado ucraniano lo que nos asusta más. La combatividad de este pueblo es inspiradora (el heroísmo tiene este efecto sobre nosotros).

El lado ruso debería ocupar más la atención global, por nuestro desconocimiento sobre lo que pasa allí.

Retroceso civilizacional

Otro tema tóxico es el visible retroceso civilizacional del mundo postmoderno.

Nota: es una fórmula un tanto rebuscada, lo reconocemos. La aclaramos a continuación.

Desde hace una década, la dominación de dos países antagónicos, Estados Unidos y China, parece arrolladora. Ambos pelean por la supremacía económica mundial.

Sin embargo, vemos pensamos que les falta un elemento a estas dos naciones. Ambas desconocen el significado (y las consecuencias) del concepto de libertad.

Algunos dirán que eso es solo un debate filosófico y retorico … Y, de cierta manera, lo es, pero tratemos de no entrar en este.

Nuestro punto va más allá de eso: ambos países usan y abusan del término y pretenden controlarlo. Uno de los dos lo reclama como propio, el otro lo trata de esconder.

Un interesante futuro espera a EE. UU.

“So much for Freedom”

En los parágrafos anteriores, hablábamos de países para simplificar. En realidad, son personas las que lo creen. Por un mecanismo conocido (Asch conformity experiments), el deseo de pertenencia a un grupo anula la autonomía de pensamiento.

En la actualidad, son los Estados Unidos los que se hacen notar, tratando de quitar todos sus derechos a las mujeres … So much for Freedom.

Hemos abordado este tema de manera indirecta en un artículo reciente:

ROE vs. WADE y los viajes temporales

Sin embargo, no hay nada gracioso en eso, considerando que el retroceso (muy probablemente) se va a dar.

No, las mujeres no van a llorar

¿Y después qué? Los que lograron este salto atrás se preocupan poco por sus consecuencias.

Un comentario bajo un reciente artículo sobre el tema decía:

¿Y qué van a hacer las mujeres ahora? ¿Llorar?

El comentario estaba, además, seguido de emoticones de risas.

No, las mujeres no van a llorar … Lo que va a pasar será interesante. Pero solo tenemos sospechas, así que no podemos discutirlo antes de que ocurra.

Un siglo XXI todavía para descubrir

Movimientos centrífugos

Una teoría económica pretende que el centro de influencia económico se traslada con el tiempo.

Según esta teoría, fue Europa hasta el inicio de siglo XX, luego fue Estados Unidos; sería China hoy.

Parece que este centro se estaría de nuevo moviendo hacia Europa …

Sin coincidir con este dudoso concepto, nos parece que se notan movimientos centrífugos, consecuencias de decisiones “contraproducentes”.

Menos pasivos e indiferentes de lo esperado

La compra de Twitter (aunque todavía hipotética) por un ricachón ególatra provocó el éxodo de muchos.

Nosotros lo hicimos hacia Mastodon, una construcción federativa de origen europea, más simpática/empática y más pequeña. Estamos felices allí.

El caso es que es un síntoma: los ciudadanos postmodernos son menos pasivos e indiferentes de lo esperado.

Después de todo, parece que tomar decisiones en contra de la gente que no es nada tiene sus consecuencias.

Vladimir Putin lo descubrió en Ucrania. Lo que está a punto de pasar en Estados Unidos promete ser otro descubrimiento.

El siglo XXI se está volviendo menos desesperantemente superficial.