Grado de dificultad: 2 (Los problemas de contenidos solo son la parte visible)

Columnista: Roberto

El presente artículo es de opinión.

No pretendemos destrozar a HBO, cuyos contenidos nos encantaron durante la última década, y esperamos sinceramente que nos sigan entreteniendo.

Sin embargo, nos parece que, impulsados por sus nuevos dueños, están tomando un giro “a velocidad excesiva”, y es lo que nos preocupa.

Un caso interesante

Un modelo incierto

El caso de HBO es interesante, no en el buen sentido.

Es un tema que ya hemos tocado en varias oportunidades: HBO es un proveedor de contenido audiovisual reconocido, y, sin embargo, cuyo destino no parece definirse.

Es un eternal outsider, que suele mostrar un brillo particular en sus producciones originales, las cuales son escasas en comparación con los demás canales de cable.

En nuestro artículo “John Oliver joker genial”, listábamos algunos de los múltiples casos donde HBO se destacó.

El problema de HBO no es la calidad de sus contenidos originales, es su modelo de difusión comercial. Se trata todavía de una cadena, mucho más que de una plataforma de streaming.

En este sentido, pertenece al pasado. Un ejemplo de lo que significa es lo que le pasó a Crackle, la plataforma de streaming de Sony Picture Television, que se está muriendo.

Logo Sony Crackle

Los contenidos de Sony son bien conocidos, algunos desde hace mucho tiempo. Este aspecto tradicional es justamente lo que les está matando: la población de espectadores de televisión evolucionó y sus gustos también.

No solo se están mudando hacia las plataformas de streaming, quieren contenidos menos convencionales (AKA más atrevidos y creativos).

El estilo HBO

Es justamente lo que distingue a HBO de los demás canales convencionales. Muchos espectadores se reconocen en los temas y el estilo de HBO. ¿Les debería ir bien, cierto?

Hasta ahora, sí, y el último éxito de su miniserie “Chernobyl” continúa está tradición.

El problema de HBO se llama Netflix: donde uno decidió guardar la antigua tradición de la difusión televisiva, el otro es totalmente ausente del cable y prospera en un ambiente totalmente virtual.

Si uno mira las estadísticas, los suscriptores de HBO lo están mirando esencialmente a través del cable:

diagrama Bloomberg

Nota: todos estos suscriptores tienen acceso a la plataforma de streaming HBO GO. No la aprovechan por costumbres bien ancladas.

Esta situación, aunque todavía prospera, es muy peligrosa porque se conoce la evolución de las costumbres de las nuevas generaciones.

HBO GO es un servicio que tiene problemas para despegar por culpa del modelo de comercialización que se eligió:

  • Caso 1: a través de un operador de cable, como servicio adicional a la difusión por cable.
  • Caso 2: de manera virtual, pero todavía a través de operadores de cable.

En otros términos, HBO nunca está en contacto directo con sus suscriptores. Nuestra convicción es que les iría mucho mejor si se liberaran de intermedios para comercializar su plataforma de streaming.

HBO y Warner Media

Nuevo dueño

Uno podía sospechar que la situación de HBO cambiaría con su dueño. Con su compra por AT&T, es efectivamente lo que está pasando.

Los nuevos dueños, de perfil financiero, están bien conscientes del tesoro que tienen entre sus manos, y lo quieren hacer prosperar (o, por lo menos es lo que parece).

Pero el problema es que evidencian un punto de vista financiero.

Oficialmente, John Stankey, el nuevo responsable de HBO, dice que quiere mucho más contenido, básicamente para hacer competencia a Netflix.

John Stankey - Bloomberg - NY Times

Es cierto quela producción de HBO carece de volumen, y que la Warner sería muy útil para ampliar el catálogo.

Sin embargo, están perdiendo de vista un hecho clave: Netflix se construyó en más de una década, examinando los gustos de sus suscriptores y ganando progresivamente su confianza.

Hecho más interesante, Netflix no solo se ganó la confianza de los suscriptores, sino también la de los creadores y artistas.

Tiempo contra financias

Esta década de ventaja es la que falta a AT&T, además de un desconocimiento casi total del medio (manejar la operación de un operador de cable es la contradicción de lo que están empezando ahora).

La situación de AT&T es muy similar un caso europeo, del cual hemos hablado en otro artículo.

John Starkey es un “republicano”, en otros términos, un puritano (otros podrían decir “fariseo”). Los contenidos de HBO pueden chocar con su educación religiosa (lenguaje no pulido, escenas de desnudo crudo, tono sarcástico).

Para lograr un desarrollo sano de la nueva empresa, a fuerte connotación artística y creativa, se requiere tiempo y “sabiduría” para integrar esta cultura y entenderla.

Parece que WarnerMedia quiere que la nueva plataforma (no se sabe todavía su nombre) esté lista para el segundo semestre del año 2020. Es decir, este tiempo de integración no lo tendrán en cuenta.

Hay algo peor: la renuncia reciente de Richard Plepler, ex CEO de HBO indica que el aspecto “sabiduría” también hace falta en el cambio de dirección (no creemos, ni por un segundo, que sea por un simple problema de volumen de contenido).

Robert Plepler - Origen New York Times

Nuestro elemento de referencia en HBO se llama John Oliver.

Recientemente, insertó en uno de sus monólogos corrosivos un comentario muy claro a su público: dijo que “se cree que las cosas son eternas y no lo son, como el presente programa”.

Es un mensaje de que hay que esperar la salida de este icono, lo que sería una perdida mayor y simbólica para el canal/plataforma.

El día que esta renuncia (o despedida) se produzca, será la señal de alejarse de HBO.