Grado de dificultad: 1 (La moraleja de la noticia es ¿aA quién importamos?).
Columnista: Roberto
Una brutal noticia internacional terminó siendo en el enfoque de TMN (tecnológico y “menos tecnológico”):
Suicide bombing suspected in Nashville explosion as investigators search home south of the city
Sera el tema del presente artículo.
Una bomba explota en Nashville
AT&T y la 5G eran el (probable) blanco
La incomprensible explosión de Nashville (Tennessee) era, al final, un suicidio cometido por un desesperado.
Este pobre hombre (Anthony Quinn Warner era su nombre) estacionó su “Camión Casa” al pie de la oficina de AT&T. Luego, difundió un mensaje audio advirtiendo los vecinos de su próxima explosión.
Y lo hizo, destrozando la oficina de AT&T y, de paso, devastó toda la calle… Detalle gráfico, pedacitos de él se encontraron alrededor de la explosión.
Es una historia trágica. El suicidado era, aparentemente, obsesionado por los peligros de la “5G”.
Los dummies de TMN ya saben lo que opinamos al respeto: que la tierra no es plana… Perdón, nos confundimos.

No hay ninguna gracia en eso, y nuestra broma es por tristeza.
Las radiaciones, interminable debate
Los que creen en teorías de la conspiración sufren, todos, de la misma afección. Se llama soledad y sensación de abandono.
Una y otra vez, especialistas en telecomunicaciones explicaran que tales radiaciones pno constituyen un peligro para la salud física.
Existen escépticos de la “5G”; ellos son generalmente miembros de la comunidad tecnológica. La falta de seriedad de su presentación marketing es el tema mayor de críticas.
Pero a ninguno se le ocurrió pretender que sus radiaciones presentan algún tipo de peligrosidad.
En esta materia, la “5G” (AKA IMT 2020) es idéntica a la 4G, 3G, 2G y anteriores. Es un hecho.
Conspiración “5G” un síntoma de indiferencia
Volverse parte del problema
El problema es que no se trata de hechos: los conspiracionistas son impermeables a la sensatez.
Viven en otro mundo, hecho de miedos irracionales. La cuarentena empeora su soledad.
El evento de Nashville debería preocuparnos: ya no estamos hablando de ilusiones inofensivas.
Hubo el caso de este terraplanista que se mató en un cohete artesanal. ¿Quería mostrar que la tierra es plana o ya era un suicidio disfrazado?
Otros se pusieron a disparar contra personas que pensaban ser reptilianos (o “antifa”, da igual).
La pandemia nos impuso una prueba psicológica muy dura; sabemos (y vemos), que algunos están perdiendo la cabeza.
Para resistir, necesitamos enfocamos sobre “algo”. Si este “algo” es destructor, nos volvemos parte del problema, una “bomba de tiempo” (a veces, literalmente).
El suicidio bomba de Nashville, sí demostró algo
Los responsables políticos que nos hablan de responsabilidad están equivocados. Hacer un llamado a nuestro espíritu ciudadano es solo admitir su impotencia (y su falta de credibilidad).
El caso de Nashville es muy diciente: un alma desesperada se suicidó. Se sintió abandonado y se enfoco sobre eso. Una conspiración hizo el resto.
Mientras tanto, la preocupación de Nashville y del estado de Tennessee es que AT&T se cayó por completo…
… Dando la razón a Anthony Quinn Warner: la 5G es un problema, solo que no de radiaciones.
Es desesperante notar que existen muy pocos entornos en donde importamos.
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