Grado de dificultad: 1 (La palabra “pirata” tiene un significado…)

Columnista: Roberto

Su opinión es muy importante para nosotros…

Expresión (insubstancial) frecuentemente escuchada.

Hablemos de los clientes

Disculpas a los Notables

En el artículo anterior, fui un tanto duro con los participantes a un webinar que ni siquiera vi.

A partir de un resumen torpe y abrupto, es difícil imaginar cual fue su discusión.

Y la idea no es arremeter contra estos Notables, que debatían sobre el tema de la “piratería”.

Pero hay una dimensión que falta a tal discusión: ¿Dónde están los clientes finales?

Tomemos un ejemplo, el mío. Soy un Don Nadie, un nerdo que, sin embargo, tiene una particularidad.

Un viejo “cliente” de Internet

Practico los computadores personales desde su nacimiento, antes de los PC e, incluso, de Apple.

Estoy bien enterado de la evolución digital de las imágenes, de la música, de lo audiovisual, y de los juegos.

Está lejos atrás el momento mágico donde vi por primera vez una fotografía sobre un monitor catódico.

JPEG” se llamaba la norma de compresión de datos que permitía este milagro. Luego imágenes y sonidos cogieron movimiento con MPEG.

Me acuerdo también de los intentos repetidos de prohibir el acceso a estos datos. La gente se olvida con facilidad de que la prohibición siempre logra el contrario de su propósito…

Un perfil de coleccionista

Diferencia de perspectiva

Como muchos nerdos, me gusta el arte, en todas sus formas. Considero, en particular, que los videojuegos son una nueva forma de arte.

Y hago la distinción entre la obra y su valor, dos nociones antagónicas. Poner un precio a una noción tan etérea como el talento es un ejercicio peligroso.

Que este precio sea, además, impuesto (con amenazas) requiere justificaciones, que le faltan al debate.

El resultado es esta suma sacada de un sombrero de 733 millones de dólares. Su real significado es que los clientes no están dispuestos a pagarla.

Este atrevido rechazo (de billones de clientes “potenciales”) es lo que llaman “piratería”. ¿No les parece que algo se les pasó por alto?

¡Acusado, de pie!

De nuevo, tomemos un ejemplo entre estos clientes, yo.

Soy coleccionistas de videojuegos (y de discos acetatos, de comics, de libros de ciencia ficción, entre otros tesoros).

Poseo un total (acabo de hacerlo) de 274 videojuegos… No se asusten: un poco más de la mitad son regalos de las plataformas a las cuales tengo acceso.

Es el resultado de 35 años con computadores y con Internet.

Por cierto, estas plataformas son:

  • STEAM (la principal),
  • Origin (por culpa de Command & Conquer III),
  • Blizzard (por culpa de Diablo III, inevitablemente),
  • GOG (que tiene sus joyas, y buenos precios),
  • Epic Games (reconozco que aproveché sus regalos quincenales).

¡No terminé!

Tengo una cuenta en Deezer (para escuchar música), la version gratuita porque su servicio pago me parece caro.

Compré ocasionalmente música en CD Baby y en Amazon (y libros también).

Para terminar (¡uf!), tengo una suscripción a Netflix y a Amazon Prime.

Pregunta: ¿De qué estoy acusado?…

Pilares, piratas y Notables

La pregunta anterior era, por supuesto, puro sarcasmo. Con tal récord, nadie me pediría cuentas (aunque…)

¿Por qué personas con perfiles similares (no soy una excepción), “piratearían”?

¡Sorpresa! Suele pasar. Es con estos pilares de Internet que los Notables deberían hablar.

Descubrirían que tienen razones poderosas, que el resumen ejecutivo, en el artículo anterior, olvidó cómodamente.

Para empezar, sería bueno que eviten el término de “piratería”, porque “No es la manera de hablar con sus clientes”.

La manera de hablar con sus clientes

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