Grado de dificultad: 2 (La difícil tarea de recuperar la confianza de los aficionados al cinema)
Columnista: Roberto
“Your mission, Jim, should you decide to accept it…”
Lema de la serie ”Misión Imposible” (la original).
En los dos episodios anteriores al presente artículo, fui muy crítico con ciertas personas, que llamé “Los Notables”.
Haciendo eso, estaba cometiendo el mismo error que se cometía en la presentación del “problema de la piratería audiovisual”… Que yo reportaba de manera muy ácida (#Diplomacia).
Tomemos un ejemplo
Aclaración semántica
Empecemos con una aclaración semántica. En Informática y en Internet, la noción de “piratería” existe.
Es la suma de las acciones delincuenciales (robos, “ingeniería de redes sociales”) y hasta criminales. Por ejemplo, el uso de las criptomonedas por las organizaciones criminales es una de estas acciones.
La cuestión presentada en el webinar del CET.LA es diferente. Si claramente, hay una delincuencia que se lucra de obras ajenas, es porque el sistema está infectado.
Un caso de estudio
El caso de Microsoft y de su actualización de Windows llamada “Windows Millenium” es un caso de estudio representativo.
Este producto, salido en 2000, fue tan desastroso que puso en duda la sobrevivencia del sistema operativo “Windows”.
Lo lograron corregir gracias a otra actualización que publicaron el año siguiente, y llamada “Windows XP”… O más exactamente, es la historia oficial que se cuenta, hasta en Wikipedia.
La parte que se deja en la sombra es menos bonita:
Casi todos los usuarios de Windows consiguieron “Windows Millenium” y se sintieron engañados: para empezar, muchos, simplemente, perdieron su plata.
Cuando salió Windows XP, la realidad es que (casi) nadie lo quiso comprar… Y archivos de instalación y códigos de activación se difundieron sin autorización de Microsoft…
Esta situación duró varios años, hasta que la versión Windows 7 apareció en 2009.
Durante todo este tiempo, la situación de Microsoft fue muy delicada: la mayoría de sus usuarios tenía licencias no autorizadas.
Le costó mucha paciencia y diplomacia convencer a los ilegales de regularizar su situación.
Imaginen que hubiera pasado si Microsoft hubiera amenazado a sus usuarios…
Los Notables y su difícil rol en el audiovisual
Los Notables, entre espada y pared
La situación de lo audiovisual y de los demás productos digitales es más compleja que la de Windows.
- Desinformación, Incumplimiento,
- Precios excesivos y facturaciones múltiples,
- Interdicciones, y amenazas.
Este universo digital es un mundo en el cual en un extremo están los artistas, creadores. Ellos dan vida a todo un entorno de profesionales que:
- Fabrica las herramientas que necesitan,
- Colabora en la elaboración de las obras,
- Las promueve y las difunde.
La última categoría es la que causa problemas. El nivel de desconfianza hacia ella es muy alto, como lo confirman las cifras de “piratería”.
En el otro extremo están los espectadores, que disfrutan del arte.
No hay nada más desalentador para ellos que una experiencia artística fallida. Su percepción de los intermedios que promueven y difunden es muy mala.
“¡The Company they keep!”
Los que llamé “los Notables” están en alguna parte entre los dos extremos. Son intermedios, o, más exactamente, se posicionan como tal.
Existe una creencia según la cual añadir un título a un nombre da más credibilidad a una persona.
Pero los títulos son como vestidos de gala: adornan, pero no reflejan las calidades personales.
Un título o un logro no es suficiente para inspirar. Al contrario, suele ahuyentar al aficionado.
Mientras tanto, una declaración como la del resumen ejecutivo del webinar los ubica como defensores de los “Malos”.
Entiendo el susto que pueden sentir cuando se están enfrentando al monstruo que representa su audiencia.
Porque de eso se trata: empiezan la discusión acusando a su audiencia de “piratería”. Este error fundamental cierra, inmediatamente la puerta al dialogo.
Resulta que son personas que, lo podemos esperar, son también aficionadas del arte que ¿quieren proteger?
Mejor aún, en algunos casos, son creadores y artistas.
Sería una manera más inteligente de presentarse, ¿no les parece?
El origen de la desconfianza, opinión de TMN
Los sistemas de difusión entre los creadores y sus aficionados no tienen ni el rigor ni la seriedad que se espera de ellos.
Así que los usuarios se acostumbraron a no tenerles respeto. Los frecuentes errores y abusos mantienen este antagonismo.
La famosa pretensión de la “magia del cinema” es simbólica de la incomprensión de este gremio con sus clientes.
Las cadenas de salas de cinemas suelen tratar el cinéfilo como un simple comprador de crispetas.
Por eso no hay ninguna razón para que ellos prefieran una sala a un Smart TV.
Es decir, la desconfianza va más allá de la simple consecución “ilegal” de películas o series.
Para recuperarla, los que hablan del tema deben mostrar que se interesan por algo más que cifras de ventas.
No me cabe la menor duda que ciertos Notables conocen el séptimo arte. Son ellos los que se necesitan.
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